Revista Espiritualidad

Continúa la gira de Tangos: Pasional, La última, y Mi vieja viola .

Por Aldana
Bueno, sigue la gira de Tango por las redes. 
El primero es La última; creo que una de las mejores interpretaciones de este arrabalero.

Música: Antonio Blanco

Letra: Julio Camilloni

Ya no puedo equivocarme, sos la última en mi vida,

y es la última moneda que me queda por jugar.
Si no gano tu cariño la daré por bien perdida
ya que nunca más la vida me permitirá ganar.

Te confieso deslumbrado que no esperaba tal cosa.

Ya están luciendo mis sienes pinceladas de marfil,
ya mi patio abandonado no soñaba con la rosa
y se realizó el milagro con la última de abril.

Sos la última y espero que me traigas la ternura,

ésa que he buscado en tantas y que no puedo encontrar.
Ya no quiero pasionismo, ni amorío, ni aventura...
Yo te quiero compañera para ayudarme a luchar.

No me importa tu pasado ni soy quién para juzgarte

porque anduve a los sopapos con la vida yo también.
Además hay un motivo para quererte y cuidarte:
se adivina con mirarte que no te han querido bien.

Fue por eso que te dije ya no puedo equivocarme,

sos la última que llega a perfumar mi rincón
y esas gotas de rocío que no te dejan mirarme
me están diciendo a las claras que alcancé tu corazón.

Pero si la mala suerte me acomoda el cachetazo

con que siempre está amagando para hacerme fracasar,
no podré sobreponerme a este último fracaso
y yo seré como un grillo, muerto al pie de tu rosal.

Pasional
Tango 1951
Música: Jorge Caldara
Letra: Mario Soto

No sabrás... nunca sabrás

lo que es morir mil veces de ansiedad.
No podrás... nunca entender
lo que es amar y enloquecer.
Tus labios que queman... tus besos que embriagan
y que torturan mi razón.
Sed... que me hace arder
y que me enciende el pecho de pasión.

Estás clavada en mí... te siento en el latir

abrasador de mis sienes.
Te adoro cuando estás... y te amo mucho más
cuando estás lejos de mí.

Así te quiero dulce vida de mi vida.

Así te siento... solo mía... siempre mía.

Tengo miedo de perderte...

de pensar que no he de verte.
¿Por qué esa duda brutal?
¿Por qué me habré de sangrar
si en cada beso te siento desmayar?
Sin embargo me atormento
porque en la sangre te llevo.
Y en cada instante... febril y amante
quiero tus labios besar.

¿Qué tendrás en tu mirar

que cuando a mí tus ojos levantás
siento arder en mi interior
una voraz llama de amor?
Tus manos desatan... caricias que me atan
a tus encantos de mujer.
Sé que nunca más
podré arrancar del pecho este querer.

Te quiero siempre así... estás clavada en mí

como una daga en la carne.
Y ardiente y pasional... temblando de ansiedad
quiero en tus brazos morir.


Mi vieja viola
Tango 1932
Música: Humberto Correa
Letra: Humberto Correa
Vieja viola, garufera y vibradora
de las horas de parranda y copetín,
de las tantas serenatas a la lora
que hoy es dueña de mi cuore y patrona del bulín,
¡cómo estás de abandonada y silenciosa,
después que fuiste mi sueño de cantor!
Quien te ha oído sonar papa y melodiosa
no dice que sos la diosa de mi pobre corazón.

Es que la gola se va

y la fama es puro cuento
y andando mal y sin vento
todo, todo se acabó...
Hoy sólo queda el recuerdo
de pasadas alegrías,
pero estás vos, viola mía,
hasta que me vaya yo.

Cuántas noches bajo el brazo de la zurda

por cubrirte del sereno te llevé
y por más que me encontrase bien en curda,
conservándome en la línea, de otros curdas te cuidé.
Si los años de la vida me componen
y la suerte me rempuja a encarrilar,
yo te juro que te cambio los bordones
me rechiflo del escabio y te vuelvo a hacer sonar.

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