Su argumento gira en torno a internet, a dos desconocidos que de una forma completamente aleatoria se conocen a través de un correo electrónico. Ambos irrumpen casi sin querer en la vida del otro, de la que poco a poco les cuesta salir cada vez más. Crean un vínculo extraño y misterioso que les une de forma virtual y que les hace casi codependientes, a pesar de no haberse visto nunca y de basar su mutua confianza en meras palabras.
Puede que al final descubramos que estábamos equivocados y que nuestra imaginación nos juega malas pasadas, pero personalmente creo que esos días, semanas o meses que vivimos nuestra mentira son muy hermosos.
Lo malo es cuando uno de los dos ( o ambos) quiere más. ¿Qué pasa cuando el ordenador deja de ser vuestro amigo y os tortura a diario, recordándoos que ese alguien especial que os habla en la pantalla nunca os acariciará? ¿Seríais capaces de intentar dar un paso más, ver la imagen real y completa del otro? ¿Estaríais dispuestos a romper la magia?
Y, lo más importante, ¿estarías dispuesto a descubrir que vivías una mentira? ¿Seríais capaces de arriesgar tanto?
Contra el viento de norte nos habla de todo esto y de mucho más. Es un libro sencillo y no obstante lleno de matices: se lee casi de un tirón, pero deja huella... No sé si os ha pasado que cuando veis una peli interesante o leéis un libro determinado al acabar sentís que os ha dejado algo dentro, una estela invisible que sentís incluso días después y que os hace volver a pensar en el argumento, en la historia.
Pues yo sigo planteándome cosas semanas después de leer este libro, que a pesar de lo que pueda parecer no es ninguna pastelada cursi para nenas. El autor sabe presentarnos con mucho estilo a sus protagonistas haciéndolos cercanos y muy creíbles. Sus personalidades están bien definidas y además son reales, familiares, somos nosotros.
Yo se lo recomendaría a aquellos que andan perdidos y no saben si aferrarse a sus sueños o posarse en la cruda realidad de sus vidas. A los que están al borde del precipicio, sin saber si saltar o no. A los que no creen en cuentos de hadas. A los que no creen en la vida real. A los curiosos que quieren conocer siempre el final de toda historia.
A todas las Emmis y Leos del mundo, que espero que algún día encuentren lo que buscan.
Y yo, de momento, esperaré a que se publique la segunda parte... que será dentro de muy poquito y se llamará Cada siete olas. Aunque después de ese final tan... perfecto, no sé si me gustará saber más. ¡Es que me siento taaaan Emmi!