Hartwin, irritado, entonces se fue a Caudry con un grupo de amigos para forzar a Maxellendis a ser su mujer. Como ella se negó rotundamente, entonces él la apuñaló repetidas veces. Al fallecer la muchacha, el asesino quedó ciego y abandonado por sus amigos, que huyeron al ver el castigo divino que le había caído por su crimen.
Maxellendis fue tomada por sus vecinos como una mártir de la pureza, y venerada como tal. Al año de su martirio, en 671, su obispo San Vindiciano de Arras (11 de marzo) elevó sus reliquias autorizando su culto. La traslación de las reliquias se hizo el 13 de noviembre de 671, quedando marcado como el día de su memoria litúrgica. En dicha traslación Hartwin, que había hecho penitencia durante todo un año por su crimen, fue sanado por la santa y recuperó la vista.
Las reliquias de la santa gozan aún de devoción. Es abogada contra los males de la vista.
San Bricio de Tours, obispo.