Julio Martínez, durante su conferencia en Dávalos. / Foto: E.C.
El joven periodista e historiador Julio Martínez hizo una aproximación desmitificadora en su conferencia en Dávalos, donde se paró a analizar el papel fundamental de las logias en el desarrollo de la democracia en México.
"La masonería nunca fue un elemento desestabilizador para el Franquismo ", añadió en una de las respuestas de un animado turno de preguntas.
En España hay entre 3.000 y 5.000 masones, entre ellos algunos que han llegado a ser ministros. Se trata, sin duda, de una actividad rodeada siempre de un aura de misterio al que contribuyen sus particulares rituales de iniciación -sólo se puede entrar en una logia invitado- y de paso entre grados y la persecución sufrida a lo largo del tiempo por las autoridades. Por unas y otras razones arrastra una leyenda negra que, sin embargo, el joven periodista e historiador Julio Martínez combatió durante su conferencia en Dávalos de este miércoles.
La aproximación a la masonería en esta conferencia, que contó también con un vídeo de la historiadora María Eugenia Vázquez, repasó desde el surgimiento de las primeras logias y su evolución histórica hasta las principales corrientes en el mundo, la presencia de elementos esotéricos en los rituales o la incorporación de la mujer a las logias, siempre con un tono didáctico y resuelto en el que fue el estreno como conferenciante del historiador, máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca.
Entre las desmitificaciones en las que insistió, remarcó "el error de ligar la masonería a los templarios", cuando entre el surgimiento de unos y la disolución de otros distan cinco siglos, o las "cuestionables" recreaciones que suelen hacerse de sus escenografías y simbologías, punto en el que citó la recreación del Museo Masónico del Archivo Histórico de Salamanca.
Animado turno de preguntasFue en la rueda de preguntas, ante casi medio centenar de asistentes a la cita en el Salón de Actos de Dávalos, donde se conocieron algunos detalles más de estas asociaciones secretas que, señaló, han sufrido tradicionalmente un repliegue todavía mayor hacía sí mismas precisamente por la persecución a la que han venido siendo sometidas, primero por la Iglesia Católica y más tarde por motivos políticos, caso del Franquismo en España.
Una oposición de la dictadura que, por cierto, fue objeto de algunos de los comentarios. Por ejemplo, sobre la vieja leyenda que atribuye varios intentos de ingreso en logias del propio Francisco Franco. Martínez aseguró que no hay documentos que lo avalen y que, posiblemente, el Franquismo se habría encargado de que no quedase rastro si así hubiese sido.
"La masonería nunca llegó a ser un elemento desestabilizador del Franquismo, sino que más bien tuvo una función autoafirmadota" en la propaganda de la dictadura, explicó también Martínez, que recordó el modo en que el Régimen trató de asimilar masonería a otros 'enemigos' declarados como el comunismo o los judíos, todos ellos integrados en un mismo paquete con la conocida fórmula de la conspiración marxista y judeo-masónica.
La masonería en MéxicoAunque Martínez hizo un repaso a los principales rasgos de la masonería, se detuvo especialmente en el caso mexicano, que ha conocido e investigado de cerca con su reciente presencia de varios meses en Puebla de Zaragoza. Así, el historiador relató que antes de los procesos de independencia americanos había ya masonería en el continente americano, pero que su participación activa estaba poco desarrollada aún. Sería a partir de entonces cuando en realidad adoptaría un papel determinante: "A pesar de la prohibición, las logias siempre se metieron en política".
La importancia de la masonería en México queda concretada en que "permitió que las nuevas élites llegasen al poder" y porque "ayudaron a implantar la cultura democrática a través de su prensa", ya que sus periódicos se convirtieron en los canales que articularon este debate que, de otra forma, tal vez no se hubiese producido, cubriendo además el vacío de una sociedad civil poco desarrollada.