Yo, la verdad es que ya no sé si es la crisis la verdadera causante de muchos de los males de la sociedad actual o es la excusa fácil y recurrente que utilizamos para no alcanzar los objetivos marcados. Mucho se oye hablar en Bruselas de la Estrategia Europa 2020, del programa de crecimiento de la UE para los próximos años, que apuesta por el crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Entre sus objetivos, destaca el de reducir en al menos en 20 millones el número de personas en situación o riesgo de pobreza y exclusión social para 2020. Y es que actualmente, existen nada más y nada menos que 24 millones de ciudadanos comunitarios en situación de desempleo y casi 123 millones en riesgo de pobreza. Cifras cuanto menos alarmantes. La semana pasada acudí a la “IV Convención anual de la Plataforma Europea contra la Pobreza y la Exclusión Social”. El acto como era de esperar reunió a representantes de las Instituciones Europeas, así como autoridades regionales y locales, organizaciones no gubernamentalesy otros expertos en la materia.En el se habló de presente y futuro. De cómo la crisis estaba haciendo difícil cumplir los objetivos sociales de Europa, de cómo poder superar este reto y cómo construir una Europa más equitativa e inclusiva. Pero, ¿realmente es así?, ¿acaso se trata sólo de un problema económico?, ¿es que no existían pobres antes de la crisis?, ¿no sería mejor decir, que hay prioridades y temas que interesan más solucionar que otros?. La Convención hizo balance también de las acciones a nivel nacional y europeo llevadas a cabo hasta la fecha y mostró mejores prácticas en cuanto a la aplicación de las políticas sociales. Quizás, lo más interesante desde mi punto de vista fue la exposición de los diferentes ángulos desde los que se puede medir la pobreza. Desde una perspectiva sanitaria, energética o educacional, entre otros. O el lado humano, con ejemplos provenientes de países de fuera de la Unión Europea, como la India, Sudáfrica y Paraguay. Dos días en los que el despliegue humano y técnico fue tremendo para abordar un tema tan preocupante. Pero, que por desgracia se centró más en el politiqueo que en dar voz a los ciudadanos que lo sufren y en el que la coherencia en muchos casos brilló por su ausencia. ¿Cómo es posible hablar de pobreza mientras miles de personas nos llenábamos los carrillos a dos manos?, ¿acaso sólo existen ejemplos de ciudadanos que luchan por sobrevivir y denuncian la pobreza en países como la India, Sudáfrica o Paraguay?, ¿algún día dejaremos de lado los estereotipos y nos dejaremos de mirar el ombligo para ver la realidad?.Y es que como decía Nelson Mandela, “Erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia”.