El año pasado, y con motivo de este mismo evento, ya hablé en este espacio sobre la violencia de género y la necesidad de llevar a cabo todas las medidas a nuestro alcance para ponerle fin. Este tipo particular de violencia no es algo con lo que vayamos a acabar en poco tiempo, dado que ha sido algo relativamente reciente el conseguir que a las mujeres se les reconozca su derecho a que sean tratadas como personas en igualdad a los hombres y a que la violencia de los hombres contra las mujeres se la tipifique como un delito. Está demasiado arraigada en nuestra sociedad la supremacía machista para poder conseguir que desaparezca en poco tiempo. Las medidas sociales y educacionales, serán sin duda alguna las que podrá lograr que esta lacra toque a su fin, si es que un día lo conseguimos.
Imagen perteneciente a OMS
Los datos que existen hoy sobre violencia contra las mujeres son abrumadores. Según datos recientes de la OMS (cuyo estudio pueden consultar AQUÍ), la violencia contra las mujeres en el mundo:
«Según las investigaciones internacionales que se han llevado a cabo, la violencia contra la mujer es un problema mucho más grave y generalizado de lo que se había sospechado hasta el momento. Tras examinar una serie de estudios realizados antes del año 1999 en 35 países, se comprobó que entre el 10% y el 52% de las mujeres había sufrido maltrato físico por parte de su pareja en algún momento de su vida, y entre el 10% y el 30% había sido víctima de violencia sexual por parte de su pareja. Entre el 10% y el 27% de las mujeres declaró haber sido objeto de abusos sexuales, siendo niñas o adultas. No obstante, los datos de los países en desarrollo eran, por lo general, escasos» En lo que llevamos de año, en España han muerto ya 40 mujeres a manos de un hombre, relacionado en la actualidad o en el pasado con ellas.
Se ha conseguido, con mucho trabajo, que la sociedad en su mayoría considere una actitud deleznable el que un hombre agreda a una mujer. Se ha conseguido, con mucho esfuerzo, que se reconociera la necesidad de que existieran juzgados específicos para estos delitos y que su proceso se acelerara lo más rápido posible para evitar la indefensión de las mujeres. Se ha conseguido, con mucho empeño, que las mujeres fueran protegidas por las leyes y alejadas de sus maltratadores, poniendo en marcha una serie de medidas coercitivas, que han tenido escaso resultado, la verdad, pero no ha dejado de ser un adelanto. En estos años de democracia se han conseguido muchas cosas para acabar con la violencia de género.
En mi otro blog, Un saco con fondo, haré la crítica sociopolítica a las medidas anti derechos que por estos meses están llevando a cabo ciertos gobiernos autonómicos y el gobierno central en nuestro país, todos del mismo «color», poniendo en riesgo los logros sociales conseguidos hasta hoy... En el otro blog.
En este espacio, dado que está dedicado a temas de Salud, Sanidad, Profesionales de la Salud y Personas me dedicaré a destacar el importante y fundamental papel que tienen los servicios de Salud en general y los profesionales de la salud en particular para detectar y denunciar toda situación de maltrato o violencia contra las mujeres que se den en su ámbito (por supuesto, contra las mujeres y contra cualquier persona susceptible de sufrir esta lacra: discapacitados, ancianos y/o niños.
Los profesionales de la Salud tenemos la responsabilidad de estar alerta ante todo signo/síntoma de maltrato en cualquier usuario/paciente. Existen varios protocolos, pero me gustaría destacar el publicado por la Junta de Andalucía: PROTOCOLO ANDALUZ PARA LA ACTUACIÓN SANITARIA ANTE LA VIOLENCIA DE GÉNERO, en la que, desde nuestra obligación como profesionales de denunciar todo caso de violencia contra las mujeres, se destacan los indicios, signos y síntomas que ayudarán al profesional, tanto en Atención Primaria como Especializada, que posibilitarán determinar que una mujer está sufriendo cualquier tipo de maltrato físico, psicológico y/o sexual. Todos debemos conocerlo.
Asimismo existen varios planes a nivel nacional en forma de:
- Plan Nacional de Sensibilización y Prevención de la Violencia de Género
- Protocolo Común para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género
Todos estos protocolos y planes no sirven de nada si los profesionales de la salud no tenemos claro que es nuestra obligación de estar al día en nuestra formación sobre este tema, así como tener igualmente diáfano que es nuestra responsabilidad detectar y ayudar a denunciar cualquier tipo de maltrato y/o abuso contra las mujeres. Somos un pilar fundamental en la cadena social para ayudar a erradicar este problema y proteger a las mujeres que lo sufren. Muchas mujeres acuden a los servicios de salud buscando ayuda pero sin hablar a las claras de su problema, por miedo, por vergüenza o por la subyugación a la que un hombre puede tenerla sometida y que la lleva a la indefensión más absoluta.
No olvidemos que la violencia de género es un enorme problema que está muy lejos de tener una solución y que darle una solución es trabajo de todos, de todos por igual. No sólo tienen que trabajar la Justicia, los Servicios Sociales y los Servicios de Salud, sino todos los ciudadanos tenemos la responsabilidad de poner nuestro granito de arena para acabar con ello. Todos. Educar en el respeto, en la tolerancia y en la igualdad; alejar a los violentos. Ayudar a la mujer que sufre... No miremos a otro lado. Todos podemos hacer algo.
Y, por ahora, nada más.
Foto de portada por: Treintanyero