Por Héctor R. Castillo Toledo
La nota no es de Granma ni de Juventud Rebelde. Tampoco de ningún medio afín a nación alguna de las consideradas por Washington “cercanas” a Cuba. El reporte viene directo de la BCC, Londres, la capital de un país ahora mismo estremecido por un sonado escándalo de escuchas telefónicas que ha salpicado a varios “pejes” gordos y amenaza con seguir repartiendo lodo a diestra y siniestra.
Pero bien, a lo que íbamos: la jefa del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso de Estados Unidos, la representante republicana por Florida, Ileana Ros-Lehtinen, criticó un concurso fotográfico promovido por la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, con el alegado pretexto de que en su consideración (evidentemente muy personal), la iniciativa promovería el turismo hacia la isla.
Y a tono con esa percepción, retorcida y permeada por su ancestral odio hacia el proceso revolucionario que desbancó al régimen que aupaba su padre, un furibundo colaborador de la dictadura batistiana, la Loba Feroz -como la llaman, aunque en el seno del propio Congreso se le conoce también como “La Bruja del Capitolio”-, ha pedido de manera formal al Departamento del Tesoro “hacer cumplir” las restricciones sobre viajes turísticos a Cuba.
No es secreto para nadie: estamos en presencia de la lógica reacción de alguien a quien acaban de darle un portazo en la nariz. Y conste que no ha sido uno solo.
El primero se lo propinaron cuando en respuesta a denuncias formuladas desde su oficina, el gobierno de Estados Unidos la desmintió y reiteró que no cree que existan vínculos entre Irán y Argentina en materia nuclear, ni que Venezuela esté haciendo de interlocutor entre los dos países en asuntos nucleares. “No tenemos pruebas para apoyar el argumento de que Venezuela sirve de interlocutor entre Irán y Argentina en asuntos nucleares, o de que Argentina esté dando acceso a Irán a su tecnología nuclear”, dijo el Departamento de Estado a través de un comunicado la pasada semana.
En su afán por dañar a Cuba y sus empeños de salir adelante, antes Ileana Ros había expresado interés en presentar una legislación destinada a evitar que “el régimen cubano se convierta en un magnate petrolero del Caribe”. La republicana de Miami-Dade, asociada a la mafia cubanoamericana, respondía así a informes relacionados con la próxima llegada a la Isla de una plataforma petrolífera china semisubmersible (la Scarabeo 9), que permitirá iniciar perforaciones en busca de petróleo en la llamada área de aguas profundas, a unas 40 ó 50 millas de distancia de Cayo Hueso.
Como descalabro de data más reciente figuró el claro anuncio de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca, en el sentido de que el presidente vetaría cualquier intento dirigido a restringir los viajes o remesas a la isla. “Si al Presidente se le presenta un proyecto de ley (…) que revierta las políticas actuales hacia Cuba, sus principales asesores recomendarían un veto”, dijo la Oficina de Gerencia y Presupuesto.
Con ello Obama marcaba su posición respecto al voto a viva voz manifestado por el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes estadounidense, órgano que aprobó el 23 de junio cancelar las llamadas medidas de flexibilización ordenadas en 2009, una medida que de aprobarse como Ley representaba una vuelta a la era Bush de un viaje por persona cada tres años, la limitación del concepto de familia y la restricción.
Mediante el empleo de argucias legales, el citado Comité había incluido el engendro -propuesto por el también representante republicano de la Florida Mario Díaz-Balart-, como una enmienda dentro del proyecto de Ley de Asignaciones de Servicios Financieros (Financial Services Appropiations Bill) para el 2012.
Y quién lo duda. La Lehtinen era una de las más entusiastas partidarias del maquiavélico plan.
Por eso no debe extrañar a nadie que la jefa del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso de Estados Unidos se muestre ahora tan en extremo resentida y pida al gobierno federal “tomar medidas decisivas para reducir los esfuerzos que realizan algunos para debilitar, y potencialmente violar, leyes estadounidenses”.
El comunicado a que hace alusión el reporte de la cadena británica añade: “pareciera que el gobierno de Barack Obama no sólo está relajando las sanciones contra el régimen cubano, sino que pareciera que ignora las regulaciones establecidas”.
Según BBC, Ros-Lehtinen también criticó la oferta comercial que hacen algunas agencias de viajes de paquetes prepagados a Cuba.
Lo que no consigna el que según algunos es un medio objetivo, serio y responsable, es el picor que provoca en la representante republicana el anuncio de la llegada a La Habana de 650 mil viajeros desde todo el mundo durante el primer semestre del año.
O tal vez sean los reportes oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) los causantes de las pesadillas a la Loba Feroz, pues solo en mayo pasado llegaron a Cuba 183 mil 791 viajeros de Canadá y Europa fundamentalmente, para un incremento del 7,2 por ciento frente a igual periodo de 2010.
Pero no debe preocuparse la Ros en lo absoluto, pues las medidas del bloqueo, vigentes como nunca, impiden que los Estados Unidos aparezcan entre los principales mercados emisores, hoy copados por España, México, Italia y Francia, en ese orden.
En los cálculos de la jefa del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso de EEUU no cuadra de ninguna manera el pronóstico formulado por el Ministerio cubano del Turismo de dos millones 750 mil extranjeros en plan de vacaciones en Cuba para el cierre del año, un creciente número de viajeros procedentes de Canadá, Rusia, Argentina, Alemania, Reino Unido, Chile, Francia, España, Italia y México, como mayoría.
Como ninguno de esos incuestionables éxitos de uno de los pilares de la economía cubana entra en los planes de la Bruja del Capitolio, pues entonces se explica por qué la emprende a escobazos contra la nada “santa” sede que representa los intereses de su gobierno en Cuba.
Tomado de Fanal Cubano; Imagen agregada RCBáez