Dice el Banco de España que las empresas no financieras de nuestro país ganaron en 2010 un 4,3 por ciento más que en 2009. Las financieras, especialmente la gran banca, sobrepasan con creces este porcentaje. Ahora entiendo porque unas y otras tienen tanto interés en que Zapatero siga en La Moncloa. Primero, porque le hace el trabajo sucio al Partido Popular y, segundo, porque la política económica y social del presidente del Gobierno se traduce en más euros en sus bolsillos, mientras nadie les exige explicaciones por una contradicción, que sustenta el sistema capitalista y con él la desigualdad. Así, las empresas españolas al mismo tiempo que aumentan sus beneficios destruyen puestos de trabajo, con impunidad y alevosía. Ahora quieren condicionar los salarios a la productividad para pagar menos sueldos e incrementar por esta vía sus ingresos. Antes fueron los Expedientes de Regulación de Empleo, las reforma laboral, la precariedad, la rebaja en los salarios,…. Y yo me pregunto, ¿hasta cuándo? La alternativa pasa necesariamente por una Izquierda Unida más fuerte, cohesionada y plural, capaz de atraer, convencer y emocionar a las personas progresistas, muchas de ellas desencantadas.