“Siempre es de noche, si no, no necesitaríamos luz.”
Thelenious Monk
A día de hoy llevo más o menos leído la mitad (de 1337 páginas) del último libro de Thomas Pynchon, "Contraluz", y puedo afirmar categóricamente que Pynchon, sea quien sea, lo ha vuelto a hacer.
Ha escrito de nuevo otra obra maestra, imprescindible, de la literatura universal.
Pynchon es, ya por sí mismo, un escritor de culto. Nadie parece conocerle y nadie puede decir con certeza que lo visto en alguna ocasión, no ha salido en ninguna revista siendo entrevistado ni en ningún medio de comunicación. Ha sido premiado en varias ocasiones y siempre ha recogido el premio otra persona en su nombre. Nadie sabe cómo es y tan solo circulan por ahí unas pocas, muy pocas, supuestas fotos de su juevntud. Hay quien dice que padece una fobia social muy intensa. Hay quien asegura que no existe realmente y es el pseudónimo de otra persona... el hecho es que el misterio, mayor que el que hay alrededor de Salinger o McCarthy, gira en torno a su figura.
Sea como fuere, lo que es innegable, es que Pynchon es uno de los más importantes escritoresd e todos los tiempos y es el máximo representante del posmodernismo literario estadounidense.
En los 60 vio la luz su primer relato, "Entropía", y desde ese momento se gano la vitola de genio. Siempre preocupado por retratar lo apocalíptico y caótico de nuestras vidas como sociedad, interesado en ahondar en las conspiraciones, en la búsqueda propia de la personalidad e identidad del sujeto protagonista de sus novelas, salpicándolo todo con ligeras dosis de parodia e ironía mordaz y con un halo de evanescencia etéreo en el que la ciencia, el espacio, el tiempo, la ficción y la realidad forman un todo.
Dotado de la habilidad de poseer una prosa prodigiosa, barroca, que no es fácil de asimilar pero que es digerible, repleta de aciertos literarios y expresivos (encomiable y digna de alabanza la labor del traductor del manuscrito original titulado "Against the day") que nos sorprenden en cada página.
Matemáticos, científicos, espías, magos, detectives e incluso Nikola Tesla o Bela Lugosi se dan cita en las páginas de "Contraluz". La acción transcurre en América en el período comprendido entre 1893 y el final de la Primera Guerra Mundial. Cientos de tramas y de personajes diferentes se entrecruzan sin ninguna dificultad, aunque el tronco, el río principal de la historia pivota sobre el espato de Islandia, sobre la figura del dinamitero anarquista Webb Traverse y sus hijos y sobre Los Chicos del Azar, que surcan el espacio en su dirigible.Para leer la primera parte de la novela, pinchar AQUI.
Nuestro mundo en descomposición. Ni más ni menos.
“Por su pura imaginativa fecundidad, Pynchon no tiene rival en nuestra literatura. Incluso un lector al que no le guste su obra todavía la reverenciará por su alcance y ambición, amplitud de referencias, aparente infinita capacidad de unir lo fantástico y lo surreal. ¿Qué novela comienza como lo hace Contraluz con un ‘barco volador de hidrógeno’ flotando sobre la Exposición Universal de Chicago de 1893?”.
THE BOSTON GLOBE