Enfrentar las compras navideñas con un pobre control de impulsos como el que tengo yo gracias a mi Trastorno Límite de la Personalidad es todo un reto para mi, y mi bolsillo.
En esta era en la que el black friday dura una semana y el cybermonday se junta con el black friday y tenemos una semana o diez días de rebajar prenavideños en los que todo es un chollo (al menos aparentemente) y además algún que otro comercio aprovecha y se saca un día sin IVA de la manga pues, ¿para qué queremos más?
¿Qué es eso del control de impulsos?
El control de impulsos es aquello que te ayuda a vivir con sentido común. Se activa cuando te comerías toda la tableta de chocolate pero al final te comer solo unas pocas onzas, cuando pondrías de vuelta y media a tu suegra el día que da de merendar caramelos a tu hijo/a y en vez de asesinarla tienes una charla civilizada con ella, cuando metes comida chatarra en casa a pesar de que quieres comer sano… y cuando de repente ves un montón de cosas bonitas de papelería en aliexpress a precios chorras pero no le das al botón de comprar.
Las conductas impulsivas con cosa del momento, del ahora, de algo que necesitas hacer ya. Tus emociones toman las riendas y el control de tu cerebro y hacen lo que ellas quieren sin reflexionar. Si somos capaces de hacer pasar esa decisión que estamos tomando por el filtro de la racionalidad entonces lograremos frenar esa impulsividad y tener control de nuestros impulsos.
¿Como puedo controlar mis impulsos en las compras?
Hay tres cosas básicas que puedes hacer. Yo las tengo como un mantra en estas fechas:
- Comprar con una lista: si piensas primero en lo que vas a comprar puedes decir no a las cosas que no están en la lista. Así de fácil. Simplemente no vas a comprar nada que no esté en la lista. Tienes que comprometerte contigo misma/o.
- Tener un presupuesto: y que sea realista. Si sabes cuántos regalos tienes que hacer y cuánto quieres gastar en cada uno es una simple multiplicación. Intenta no pasarte del total marcado tanto por objeto como en global.
- No tirar de tarjeta: paga en efectivo. Saca el total de tu presupuesto y mira como va disminuyendo según compras. Esto hace efecto en tu cerebro que ve como se va acabando el dinero. Pero, sobre todo, si puedes hacerlo, no tires de la de débito.
Y yo añado de mi cosecha propia una más:
- Asegurarte que lo que compras se puede devolver a cambio del dinero. Es decir, nada de vales de compra para la misma tienda, aunque no caduquen. Que te den tu dinero de vuelta, por si te pasas.
De todo esto hablo, como experiencia propia como persona con TLP en mi podcast “Lucy hablando en crudo”:
¿Y tú? ¿Te has pasado alguna vez comprando?