¿Control o descontrol aéreo?

Publicado el 25 julio 2010 por Santiagomiro

Hoy, domingo, 25 de julio, día que cumplo años –ya ni me acuerdo de cuántos– y es el santo patrón –nombre que comienza por "san" y termina con "tiago"– de un país llamado España, me entero de que el control del espacio aéreo se pretende sostener no gracias a los controladores civiles especializados, con una técnica depurada y un trabajo que precisa mucha concentración, sino por militares que, generalmente, operan en campo militar. Asustadas e irritadas por un modo de trabajar que traducen por “huelga encubierta”, las autoridades están dispuestas a sustituir a los controladores civiles que se han dado de baja por controladores militares. Al mismo tiempo, el Consejo de Ministros acaba de aprobar un Real Decreto por el que abre los servicios de control aéreo a nuevos proveedores privados e incluye un reglamento que les licite a operar. Es el paso previo a la privatización del control aéreo y respuesta definitiva a los controladores. El Gobierno ha aprobado el reglamento para la obtención y renovación de los certificados de proveedores civiles de navegación aérea. Saldrán a concurso en octubre y el proceso de selección puede completarse antes de final de año, de acuerdo con la Ley sobre prestación de servicios de tránsito aéreo. ¿Cómo reaccionan los controladores ante estas medidas?


Pasajeros esperando un vuelo retrasado por la “huelga” de controladores en el Prat de Barcelona.


Entre el 16 y el 18 de julio, en el centro de control de Barcelona, llegaron a registrarse 133 bajas (73 correspondían a las comunicadas con antelación, 28 fueron permisos de diversa naturaleza, 16 eran guardias legales y otras 16 fueron bajas sobrevenidas comunicadas con poca antelación al inicio del servicio). Toda la polémica sobre la existencia de los controladores se basaba en las bajas médicas que se fueron produciendo en el sector desde el pasado domingo, lo que causó “fuertes retrasos” en el tráfico aéreo. Según Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, veinticuatro de estos trabajadores alegaron razones médicas pero la gran mayoría no avisó con antelación. Y Aena tuvo que reducir el número de vuelos y de pasajeros. Para cubrir estas bajas, José Blanco, ministro de Fomento, en un berrinche de órdago, decidió contar con personal militar que evitara, así, los retrasos durante la época estival. Blanco aseguró que esas bajas médicas eran “abusivas” y que serían “controladas e investigadas”. Pero los controladores se mantuvieron en sus trece, negando que lo suyo fuera una huelga encubierta y asegurando que sus bajas “reales” eran provocadas por las condiciones de su trabajo.


José Blanco, ministro de Fomento, quiere atajar el “absentismo” de los controladores.


La idea, lanzada el martes pasado por el ministro de Fomento, de que controladores militares se encargarían del tráfico comercial, fue diseñada por el ministro de Fomento en colaboración con la ministra de Defensa. Pero el 5 de febrero ya se filtraba un documento interno del Ministerio del ramo en que Aena contemplaba un plan de choque para afrontar una “huelga salvaje”. Fomento estimaba que podría recurrir a militares “en situación de contingencia” en 24 aeropuertos españoles. El plan para un caso de absentismo descontrolado pasaba por confiar el tráfico comercial a los controladores militares, previo un raudo plan de instrucción mediante una “sesión común de un día para todos los seleccionados para la unificación de criterios”.


Una mujer descansa en el suelo, junto a su equipaje, en el aeropuerto de Barajas.


En el Congreso de Diputados, Blanco dijo que había tiempo para ofrecer a los militares una formación “rápida” y añadió que no irían a las torres “mañana”. No obstante, un controlador anónimo declara en Diariocritico: “Los controladores militares trabajan con tráfico militar. Controlan rutas con muchos menos aviones. El trasvase no se puede hacer de un día para otro y no es factible que se pueda implementar a corto plazo. Aunque nuestro caso es bastante distinto, se suele comparar con la decisión de Ronald Reagan que, en 1981, militarizó la operación por una huelga de controladores. Sin embargo, los militares en EEUU gestionaban más tráfico y estaban mucho más preparados que los españoles. Las declaraciones del ministro suenan más a una estrategia de presión. Está jugando sus bazas como viene haciendo desde febrero, a través de los medios de comunicación”. Y los secretarios generales de UGT y CC.OO advierten de la “nefasta posibilidad” de que el Gobierno “aproveche” las bajas para “retroceder en los derechos de los trabajadores”.


Daniel Zamit, portavoz de USCA: “Si nos sustituyen militares, las consecuencias son imprevisibles.


Daniel Zamit, portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (Usca), advierte en rueda de prensa una serie de puntos: “No todos los controladores militares manejan el inglés con solvencia; tienen problemas con los indicativos de las compañías, lo que deriva en dificultades para identificar los aviones y les falta experiencia. Cuando controlaron el tráfico aéreo en Francia, muchos países decidieron no sobrevolar cielo francés”. Zamit recuerda la tragedia acaecida en Nantes en 1973, cuando dos aviones colisionaron. Usca denuncia que hay profesionales saturados por horas de trabajo, incidentes con “dos aeronaves a punto de colisionar”, 324 denuncias en los últimos cinco meses a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) y casos de ictus entre controladores. Hay quien asegura que es mucho más sencillo, efectivo, y, probablemente, más seguro, militarizar a los controladores que utilizar a los militares para dirigir el tráfico aéreo civil... Aunque quizá ya no haya militares capaces de “supervisar” la militarización.

Control aéreo.


Usca replica al Gobierno y a Aena que el cúmulo de bajas que sufre el colectivo en los últimos meses se debe a la presión y al estrés al que se ven sometidos desde que la ley cambió sus condiciones de trabajo: más horas de jornada ordinaria, menos descanso y menos sueldo. “Los controladores –dice el sindicato de controladores aéreos– no se pueden poner en huelga porque la Ley se lo prohíbe, son los únicos trabajadores de España que no tienen ese derecho. El curso de instrucción de un controlador aéreo civil dura dos años, más otros dos de prácticas. ¿Un controlador militar lo va a hacer en un día? Un controlador militar puede que tenga que controlar 3 aviones en una hora y un controlador civil gestionar más de 100 vuelos simultáneamente. Algo más complicadillo... En las torres es donde están, además de unos pocos que eligen ese destino, los controladores en formación, los que sólo dirigen el tráfico de los aviones que están en el suelo, antes de despegar o tras aterrizar. Los controladores trabajan en centros de control”.


Pasajera, esperando en el aeropuerto del Prat (Barcelona)Efe.

Daniel Zamit recuerda que no hicieron huelga en Semana Santa y en ningún momento plantearon hacerla. “Sufrimos las consecuencias de una ley que se hizo de forma apresurada y sin contar con los estudios de seguridad y las opiniones de los expertos. Por eso, ahora, muchos trabajadores están asumiendo el trabajo de dos personas. La mayoría de bajas son debidas al estrés, ansiedad o depresión, porque se deben a la mala planificación que está haciendo Aena. Hay menos descansos y menos personal para las tareas de control. Hemos denunciado la situación en los juzgados y ante la Inspección de Trabajo. Lo que deben saber los pasajeros es que las bajas se deben al estrés, pero los retrasos no se deben a eso. Muchas veces esas demoras son responsabilidad de las compañías aéreas, que no quieren pagar la indemnización a los afectados. Se debe investigar de verdad. Hemos hecho nueve propuestas a Aena y esperamos su respuesta. Esta semana, seguiremos la negociación, en la que se había avanzado mucho estas últimas semanas. Lo deseable es llegar a un acuerdo cuanto antes porque llevamos cinco meses en estado de excepción y así vamos a reventar”.


Controladores, de baja.

Desde Aena, sin embargo, se dan otras explicaciones. “En el Centro de Control de Barcelona se programaron, en junio de 2009, un total de 33.960 horas. En junio de 2010 trabajaron menos horas: 28.754. Lo mismo va a suceder en el mes de julio. El año pasado se programaron 34.756 y este año se contemplan sólo 29.818. En conclusión, los controladores están trabajando menos y el año pasado no había este nivel de bajas”. La cuestión está clara para el gestor aeroportuario: “La diferencia es que el año pasado las cobraban como horas extras y entonces no tenían problemas de estrés”. José Blanco, ministro de Fomento, asume en primera persona el compromiso de rebajar el sueldo de los controladores. En enero de este año aseguraba en el Congreso de los Diputados que alguno de los controladores que trabaja para Aena llegó a cobrar, en 2009, un total de 900.000 euros. Y expresaba su intención de rebajar sus salarios en torno al 40%. En esta línea, el Real Decreto-ley de febrero reducía a 80 las horas extraordinarias anuales de los controladores, conforme al Estatuto de los Trabajadores. El ministro Blanco denunciaba que, hasta entonces, una de cada tres horas (600 de las 1.800 anuales) era extra y se pagaba casi el triple. Según fuentes de Aena, Fomento pidió a la Seguridad Social que investigara las bajas. Asegura desconocer qué fórmulas se pueden aplicar para evitar estas ‘enfermedades masivas’? “Parece –dice el ministro Blanco– que las dolencias se utilizan como una protesta encubierta del gremio. Como si la enfermedad tuviera que ver con el convenio, lo cual es una demostración de la sospecha que yo tengo de que esto está organizado”.


Aena informa en sus paneles sobre vuelos retrasado o cancelados.


Pese a la supuesta “huelga” de controladores, se considera que esta es una de las profesiones mejor pagadas de todo el ámbito laboral español. Un controlador aéreo puede cobrar entre los 360.000 y los 700.000 euros al año por jornadas que precisan de mucha concentración y suponen 7 horas al día sin contar los fines de semana. En España son 2.386 los profesionales que controlan el espacio aéreo. La mayoría obtiene un sueldo de entre 360.000 y 540.000. Ciento treinta y cinco reciben anualmente 600.000. Veintiocho cobran 700.000 euros y sólo unos pocos más de 900.00 euros anuales. La profesión no es sencilla puesto que necesita de buenas cualidades físicas, psicológicas y psíquicas, así como una alta concentración ya que son los responsables de las vidas de miles de viajeros. El Gobierno, al comprobar la retribución media ganada por estos profesionales, decidió, en enero pasado, regular la profesión. Actualmente, las horas extras de los controladores se pagan un 230% más de lo que establece el convenio, que sitúa la cuantía en un 70% por hora extra trabajada. Y, para que las mensualidades no asciendan a cifras astronómicas, limita a 80 horas extra al año por controlador.


Esteban González Pons.


Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación del PP, anunciaba el lunes pasado que su grupo parlamentario iba a solicitar la comparecencia “inmediata” del ministro de Fomento en el Congreso, porque, a su entender, era el culpable de lo que estaba sucediendo estos días en los aeropuertos por las bajas médicas de los controladores aéreos. Pons señalaba que, hace meses, Blanco “tenía que haber previsto que esto iba a ocurrir” y “haberse dedicado a que no hubiera problemas en los aeropuertos cuando llegan las vacaciones y el sector turístico necesita que los vuelos lleguen a tiempo”. Al día siguiente, Blanco, informaba que el Gobierno habilitaría controladores militares para cubrir las bajas de los civiles en situaciones “excepcionales” y en momentos puntuales. Blanco explicó que, de acuerdo con el presidente Zapatero, el lunes se reunió con la ministra de Defensa, Carme Chacón, para habilitar a controladores militares que pudieran “alternativamente” garantizar el tránsito aéreo en España. De la Vega aseguraba que el Gobierno iba a seguir “haciendo todo lo que proceda en el ámbito de las medidas legales” para revertir una situación que “causa, de forma muy injusta, graves perjuicios a los ciudadanos”. La vicepresidenta primera lamentaba la actitud del PP, que “de todo echa la culpa al Gobierno”, y calificaba de “grave irresponsabilidad” el no ponerse al lado de los ciudadanos y del Ejecutivo en el funcionamiento de los servicios públicos.


Mariano Casado, Secretario General de la AUME.


José Blanco asegura que la adaptación de los controladores miliares será “muy rápido”, de modo que puedan trabajar en torres de control civiles en “situaciones excepcionales”, y “un poco más lento” el habilitarlos para los centros de control. Sin embargo, Mariano Casado, secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), considera que los controladores militares no están “cualificados” para controlar el tráfico aéreo civil. Casado defiende la capacidad de los militares de poder realizar el mismo trabajo de los civiles en las torres de control, pero siempre “con el tiempo de adaptación necesario”. Es imprescindible un periodo de planificación, saber en qué dependencias de control se les necesita, prever los relevos, incapacidades temporales, etcétera. El control de la torre no se hace de forma automática. “Están preparados, pero tienen que adaptarse”. Un tiempo de formación que puede oscilar, según Casado, “entre unas horas, a varios meses, dependiendo del nivel de complejidad del destino. En cualquier caso, no puede producirse de forma automática”. En esa línea, critica la ligereza con la que el ministro de Fomento, José Blanco, anuncia la posibilidad de que se resuelva el problema de una huelga laboral de controladores civiles mediante la sustitución de éstos por militares, ya que “aunque es un cuerpo con una gran preparación y experiencia, no se pueden saltar los plazos de planificación”.


“Blanco ha aceptado el órdago de los controladores, que ahora se han puesto 'malitos' por grupos –escribe Manuel Ángel Menéndez en Diariocrítico–. El caso va por la vía judicial. El no perder sus tremendos privilegios está en el origen de este conflicto. Para el Gobierno no hay duda: los controladores están echándole un pulso al Ministerio de Fomento con una 'huelga encubierta'. Ese dato lo demostraría el hecho de que la Inspección ha detectado que un mismo médico, casado con un controlador aéreo, ha firmado varias bajas de controladores para no ir a trabajar. Aducen cuadros de ansiedad, estrés, fatiga y hasta insomnio. Sin embargo, el caso es que, por término medio, los controladores trabajan menos horas reales que las que trabajaron, por ejemplo, en 2009. Aunque, eso sí, cobrando menos que entonces, que hacían horas extra a precio de oro. A la Inspección no le cabe duda de que se trata de una 'huelga encubierta' y el ministro de Fomento, José Blanco, ha decidido coger el toro por los cuernos y no ceder ni un ápice en la rebaja de unos privilegios de los que no disfruta ni la Casa Real”.


“Inteligencia militar” –titula Ignacio Escobar en su blog (Escobar.net) –. “El artículo de hoy –advierte– no lo escribe el arriba firmante. Ignacio Escolar ha sido sustituido por un redactor del cuerpo de reporteros zapadores del Ejército, este aguerrido sargento que desde aquí se presenta y que cobra una tercera parte del sueldo del hasta ayer columlisto. Si yo no se lo digo, ustedes ni lo notan; y les garantizo que este texto es igual de seguro que el de ayer, y mucho más barato. Por el mismo precio, les pongo una cita culta, y así después se la recitan a sus amistades: ‘Yo no tengo la culpa de que la vida se nutra de la virtud y del pecado, de lo hermoso y de lo feo’ (Benito Pérez Galdós). La orden de reemplazo, inexcusable ante la displicencia del antipatriota Escolar, que ni siquiera hizo la mili ni acabó la carrera, está firmada por el ministro de la cosa, que, desde ayer, tampoco es el ministro: ha sido sustituido por un coronel, que también cobra la tercera parte, sabe deletrear la palabra austrohúngaro y corre los 100 metros en 12 segundos. Bueno, bonito y barato. El nuevo ministro ha sido nombrado por el presidente del Gobierno, que tampoco es el que ustedes recuerdan. Ayer fue reemplazado por un general de tantas estrellas como un cielo despejado. El nuevo presidente cunde más de lo que cuesta, sabe contar hasta cien, sabe preparar gazpacho. Cumple igual, y más barato. Acaba de jurar el cargo ante el rey, a propuesta unánime del Congreso de los Diputados. El rey sigue siendo el mismo, que a veces lo barato sale caro. Pero el Parlamento ha sido reemplazado por un grupo de oficiales de la Acorazada Brunete. ¡Ya verán cómo lo notan! A partir de este momento, no habrá más escaños vacíos ni colapso parlamentario ni ausencias sin parte médico de sus puestos de trabajo”. En la postdata, dice el verdadero autor del artículo: “Puede que los controladores sean más malos que el cáncer, pero más miedo me dan algunas quimioterapias”.


Y del mundo aéreo y salarial de los controladores al mundo divertido de los dibujos de esta semana. Comenzamos con éste, mundialmente conocido como La Selección española de la Roja. Y seguimos con La guerra de banderas, La metáfora deportiva, El lazo que traba a Catalunya, Zapatero, frente a las heridas catalanas y nudismo en blanco y negro.






Manel Fontdevila nos dibuja: Recortes en Fomento, Menudo ejemplar, Envidias, Reformas, Making off y Bienestar.






Territorio Vergara: Huelga encubierta, Tijerazo en Fomento, Test de estrés a los bancos, Gastos, El Congreso contra la congelación y reforma de las pensiones y Se acabó el amor.







Y Pep Roig: Sol adaptado, Perseverancia y Modas.



Disfrute del mejor corto metraje del Festival de Berlín

O del “Cascanueces” en clave de salsa cubana, en el que se mezclan melodías clásicas con ritmos africanos. Un experimento de Sierre Indris Poner (arreglos y piano), en colaboración con su Hovedøen Social Club y la Kringkastingsorkesteret que resulta refrescante. Les dejo sus versiones de Chaikovsky y Bizet aunque en youtube pueden ver otras de Bach, Mozart y Beethoven.

O de Bizet Carmen-suites