El domingo sin ir más lejos íbamos los tres en el coche. Mi marido y yo hablando de las navidades y mi hijo detrás en su sillita, creía yo, distraido con las luces que han puesto en Madrid para la Navidad. En un momento dado le pregunto a mi marido:
- "¿Qué quieres que le pida a Papa Noel para ti? - Nada, en todo caso un libro, pero en realidad no quiero que me traiga nada.En ese momento mi hijo, que debía ir todo atento a nuestra conversión nos dice rápidamente: "A mi si". No fuera que que Papa Noel se olvidara de él porque su padre no quiera nada.Como veis tengo que empezar a recordar que lo entiende todo y que no se pierde ni una palabra de lo que decimos.
A mi marido y a mi nos cuesta recordar que nuestro pequeño niño ya no lo es tanto y que lo entiende todo. Así que seguimos hablando de cualquier cosa delante de él sin darnos cuenta. Una mala costumbre la que tenemos porque antes o después nos meterá en alguna situación embarazosa.