Nuestra participación en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza el 30 de octubre de 2015:
La Asociación de Vecinos Lanuza – Casco Viejo interviene en este pleno municipal para transmitir nuestra postura sobre la convivencia de bicicletas y peatones en las calles de nuestro barrio, opinión compartida con gran parte de nuestros convecinos.
Como es bien sabido, una buena parte de las calles del Casco Histórico son peatonales o semipeatonales, y estamos bien orgullosos de ello. Pensamos que la ausencia de vehículos a motor en esos espacios es una de las cosas que hacen que nuestro barrio sea un buen lugar para vivir, para convivir. Siempre hemos defendido de esas peatonalizaciones, incluso cuando muchos no las veían tan claras. Al mismo tiempo hemos reclamado que esas peatonalizaciones no se hagan de forma traumática, y recojan excepciones que permitan que los residentes podamos acceder a garajes o que el comercio de nuestro barrio pueda disponer de carga y descarga en condiciones adecuadas. No queremos que la deseable peatonalización se convierta en un factor que aísle al barrio o disuada de vivir en él a personas que utilizan vehículos, y hemos estado en permanente diálogo para encontrar las fórmulas adecuadas.
También hay muchos vecinos cuyo vehículo para desplazarse es la bicicleta, un medio de transporte que hay que fomentar por sus múltiples beneficios. En los últimos años el número de bicicletas en nuestras calles ha crecido mucho, y eso nos parece positivo siempre que se haga de forma razonable, cumpliendo las normas y respetando a los peatones.
En nuestra opinión el grueso del conflicto bicicletas-peatón se da en las aceras, no en las calles peatonales. Casi todas las calles con calzada del Casco Históricos están pacificadas, con tráfico de vehículos a motor tranquilo y por tanto amables para la circulación de los ciclistas, que nunca deben utilizar sus aceras, y se debe vigilar que no lo hagan. Pero en las calles peatonales no hay calzada por la que transitar, todo es una sola plataforma, por lo que parece adecuado que, de la misma manera que se han establecido excepciones a otros vehículos, se autorice a las bicicletas a circular por este tipo de calles, cuando ello no suponga un problema de convivencia y siempre que se garantice que respetan la prioridad peatonal. Creemos que hay zonas que deben estar completamente prohibidas y así se lo hemos hecho saber al ayuntamiento, y en las que se autorice el propio ayuntamiento debe ejercer una labor de información y control para que las bicis circulen con respeto.
Pero no podemos permitir que haya normas tan rígidas que provoquen que a un vecino del Casco Histórico se le multe con 200 euros por llegar en bicicleta a su casa, algo que ha sucedido con cierta frecuencia en los últimos tiempos. La señalización de las calles por las que se puede circular en bici, y por las que no, nos parece una buena medida que pueda ayudar a que nos aclaremos definitivamente, tras un año y medio de desconcierto y habiéndose experimentado otras propuestas. Las entidades vecinales estamos dispuestas a colaborar en esa señalización, indicando qué calles nos parece adecuado permitir y cuáles no, como hemos venido haciendo. En la constitución de la nueva Junta de Distrito del Casco Histórico, el pasado miércoles, se explicó en qué punto está este proceso, y su pleno manifestó un consenso en apoyo a las medidas que actualmente se están proponiendo e implantando. La más que probable constitución de una Comisión de Movilidad en dicha Junta servirá para evaluar y proponer correcciones participadas.
Queremos reclamar que las medidas que se tomen no sean irreversibles, que se garantice que la convivencia es adecuada, y si pasado un tiempo se demuestra que en alguna zona no lo es, se prohíba la circulación de bicis por ella, pues al fin y al cabo parece que para ello sólo será necesario cambiar las señales. Pero creemos que es necesario continuar con esta señalización, a ver si de una buena vez nos aclaramos entre todos por dónde pueden ir la bicis y por dónde no.