Contrariamente a lo que dice la fábula, los elefantes no tienen miedo de los ratones, sino de las abejas. Partiendo de esta constatación, se han realizado diferentes experimentos en países africanos, con intención de reducir los conflictos entre los humanos y los paquidermos que se meten en sus cultivos.
La solución para poder cohabitar población local y fauna salvaje de elefantes, podría residir en las abejas, que permiten proteger los campos. En Tanzania, un proyecto piloto de un año, lanzado por la ONG Silent Heroes Foundation, implicada en la protección de la fauna salvaje de África, se ha probado alrededor de una granja situada en el área protegida del cráter de Ngorongoro, en el sureste, del Parque Nacional del Serengeti.
Cada vez que un elefante intenta franquearlo, mueve las colmenas y enerva a las abejas. Por lo tanto, cuando el elefante escucha el insecto, emite un sonido único para advertir a sus congéneres antes de salir huyendo.
Cuando los elefantes perturban una colmena, estas suelen picar en las zonas sensibles, a saber
Este tipo de acercamiento holístico permite a las comunidades vivir en armonía con los elefantes, y no seguir estigmatizándolos, y puede conducir a la preservación de la especie, a pesar de que siempre existe el problema del cazador furtivo en busca de marfil. Igualmente, esto puede favorecer el desarrollo de actividades como el turismo, aportando un apoyo económico suplementario.
Fuente: http://www.renovablesverdes.com/como-las-abejas-pueden-salvar-a-los-elefantes-y-a-los-humanos/