El plan de los manifestantes era acampar frente a la bolsa de valores neoyorquina (la de mayores operaciones en el mundo) hasta que sus demandas fuesen oídas, pero la policía desplegó un gran operativo y bloqueó todas las calles cercanas a la bolsa, ubicada en el sur de Manhattan, por lo que los jóvenes tuvieron que dispersarse en torno a esa zona.
La convocatoria para "ocupar Wall Street" fue lanzada por el movimiento anarquista Adbusters y otros grupos de izquierda a través de Internet.
Pasado el mediodía unas 700 personas –varias con mochilas y bolsas de dormir– se habían dado cita cerca de Wall Street para marchar y buscar un lugar donde acampar, en medio de una fuerte presencia policial.
“Esta es una protesta contra la codicia corporativa. Venimos a Wall Street porque Wall Street es el Ground Zero (punto de partida) de la codicia corporativa”, dijo Julia River Hitt, una estudiante de filosofía de 22 años, al frente de la marcha que avanzó por la tradicional avenida Broadway pasando por la esquina de la bolsa neoyorquina.
“Organizamos esto mayormente por Internet. Fue Adbusters, que es una publicación anarquista, la que tuvo la idea. Estamos cansados. No vamos a seguir aceptando esto”, declaró a la Afp, al explicar que "mucha gente" acamparía durante toda la semana en la zona.
En su invitación por Internet, Adbusters, que esperaba congregar hasta 20 mil personas, pedía a los manifestantes que llevasen ropa abrigadora, bolsas de dormir, comida y agua. "La única cosa que tenemos en común es que somos 99 por ciento de la gente que ya no tolerará la codicia y corrupción del uno por ciento", señala una declaración publicada en el sitio de Internet Occupy Wall Street.
"Basta de corrupción", "Frenen los recortes" o “Codicia de Wall Street, los neoyorquinos decimos ‘basta’”, rezaban algunas de las pancartas que se veían en Trinity Place, el lugar finalmente elegido para realizar asambleas y acampar, ubicado a unos 300 metros de Wall Street.
"Voy a dormir aquí. Muchos de nosotros vamos a dormir aquí", señaló Steven Taylor, otro estudiante de 24 años, sentado junto a su mochila y una bolsa de dormir.
Los jóvenes compartían la comida, discutían sobre la crisis, sus causas y posibles soluciones en grupos de 15 o 20 personas, y marchaban en torno a la plaza.
"Hay una guerra en Libia, hay una guerra en Afganistán, hay una guerra en Irak y tenemos recortes en educación, programas sociales. ¡Sabemos a dónde va el dinero!", planteó un manifestante enmascarado que no quiso revelar su identidad y gritaba "¡Revolución en Estados Unidos!"
Presente en la manifestación, Javier Dorado, un profesor español de derechos humanos, comparó la situación con lo que sucede en su país con el movimiento de los indignados.
"Es un fenómeno global que está pasando en Europa, en muchos países. Incluso la gente que no pertenece a estos movimientos sociales tiene claro que estamos en un mundo que depende de los mercados", afirmó.
Estados Unidos atraviesa una crisis económica marcada por un inmenso déficit presupuestario que ha provocado recortes en distintos sectores de los servicios públicos, mientras el desempleo se sitúa en 9.1 por ciento y afecta a unos 14 millones de personas. [Afp/Periódico La Jornada]