Quizás en esta oportunidad convenga hablar de sensibilidad “selectiva” en vez de “limitada“. De todos modos, la idea es la misma: nuestra capacidad de reacción parece supeditada a una buena estrategia mediática antes que a nuestra verdadera vocación de compromiso y participación social.
Lamentablemente WordPress no ofrece un cintillo predeterminado cuyo contenido podamos adaptar según las convocatorias que más nos conmueven; tampoco nos manda un mail institucional recordándonos la vigencia de tal o cual causa a la que vale la pena sumarse. En caso contrario, estos días Espectadores habría actualizado su distintivo con las leyendas “Por el derecho al aborto”, “Contra la minera Vale” y “Fuerza Baltasar Garzón”.
Conclusión… Podemos pretendernos muy críticos, muy atentos a la influencia mediática, y sin embargo rara vez somos inmunes a los efectos de una agenda que sabe imponer(nos) sus prioridades. De ahí la sensación de mortificación.