En vez de harina llevan una combinación de copos de avena y de harina integral de centeno y os prometo que no están nada secas, que la textura es la misma que la de las cookies con chips de chocolate.
Y lo mejor de todo, es que los arándanos parecen chocolate, así que engañan a la vista, y si sois de SÓLO chocolate, podéis hacer la misma receta con chocolate, o con cachitos de manzana o con frambuesas o con....
Yo tenía arándanos en el congelador, una de las ventajas en Noruega, es que los arándanos están por todos lados en agosto, así que cada vez queda menos para que estén de temporada y pueda ir a coger arándanos ;)
Con esta receta salen 20 "cookazas" que duran bastante tiempo en una caja metálica, pero lo mejor de todo es, que si queréis tener galletas recién hechas, podéis hacer la receta y congelar la masa en bolitas, así si tenéis un café así improvisado, podéis tener unas cookies "sanas" y recién hechas en poco tiempo.
Cookies de avena y arándanos (20 galletas grandes)
Ingredientes
125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
125 gr de azúcar moreno
50 gr de azúcar blanco (normal)
1 huevo
1 cucharadita de esencia de vainilla
1/2 cucharadita levadura (tipo royal)
100 gr de copos de avena
150 gr de harina integral de centeno (o integral normal)
100 gr de arándanos congelados
Precalentamos el horno a 180ºC.
Mezclamos la mantequilla con los azúcares, cuando estén bien incorporados añadimos el huevo, la esencia de vainilla y la levadura, mezclamos muy bien con las varillas. Cuando esté todo bien integrado añadimos la avena, mezclamos bien. Añadimos la harina y la levadura y mezclamos bien, se os harán como miguitas, añadís los arándanos. Amasamos un poco con las manos, pero no mucho y ya tenemos nuestra masa para las galletas.
Hacemos bolitas, como si la masa fueran albóndigas, de un tamaño no muy grande, (tamaño albóndiga normal, no albondigón :))
Las ponemos en la bandeja del horno sobre un papel de horno. No pongáis muchas bolas en la bandeja, que se os pegan sino entre sí, yo pongo unas 9-10 bolas en cada bandeja y al horno unos 15-20 minutos a 180ºC con ventilador.
Cuando las saquéis del horno, las dejáis enfriar sobre la misma bandeja, que están muy blandas cuando las sacamos del horno porque la mantequilla aún está blanda.
Si las queréis congelar, tenéis que congelarlas antes de meterlas al horno, cuando tengamos hechas nuestras bolitas.