Copa de Europa

Publicado el 08 junio 2017 por Alejandropumarino

El domingo pasado se alzó con su duodécima Copa de Europa el Real Madrid, en un encuentro que, excepcionalmente, tuve ocasión de ver en su mayor parte; no faltó la emoción, el curso de un marcador irregular -aunque el equipo blanco siempre fue por delante o empatado- que terminó con la victoria española ante un equipo italiano bien organizado y con una de las mejores defensas del mundo.

No me preocupa excesivamente el triunfo madridista, del que me alegro, pero me sorprende haber compartido el espacio junto a un aficionado que jaleaba a la Juventus porque se definía “antimadridista”. Uno puede entender ese concepto en un encuentro que enfrente al club blanco contra el Barcelona o el Getafe, pero no contra un rival italiano con quien se dirime la copa de campeones; por muy adversos que sean los sentimientos contra jugadores, presidente o entrenador, da la sensación de que debería prevalecer el sentimiento nacional, cuando el adversario es extranjero.

Así entiende uno mejor los nacionalismos aldeanistas y la alergia que produce, en ciertas formaciones políticas, la bandera de todos los españoles. Tenía razón Einstein: Solo hay dos cosas infinitias: El Universo y la estupidez humana, y no estoy muy seguro de lo primero.

La fotografía recoge el primer gol del partido, en el que Ronaldo bate a Buffon por la derecha.