Estaba buscando una mousse de fresa ara aprovechar tres claras de huevo que tenía del sobrante de unas natillas, pero que no llevase nata en su elaboración. Encontré esta en Gastronomía &Cía , y me gustó mucho. Ahora bien, no es la textura de una mousse, sino más bien como una especie de espuma. Aún así, me gustó mucho su textura y sabor, y lo que es mejor, lo ligera que resulta. Es una pena que quedaran estas fotografías tan oscuras pero me quedé sin batería en la cámara (como suele suceder), y tiré de móvil. Ya las repondré en otro momento porque son dignas de que salgan bonitas y con claridad.
INGREDIENTES
-150g. de fresas
-90g. de azúcar
-3 claras de huevo
-25g. de agua
PREPARACIÓN
Lo primero decir que con estas cantidades han salido tres copas como las de la fotografía.
Lavamos bien las fresas con lo verde bajo el grifo de agua fría. Ahora les quitamos la parte verde y las cortamos en trozos. Las vamos poniendo en el vaso de la batidora y las trituramos todas junto con 30g. de azúcar, o una cucharada sopera aproximadamente.
Lo colamos bien para que quede bien fino. Lo reservamos.
Ahora, en un cazo, ponemos el agua con el resto del azúcar y lo ponemos al fuego suave. Cuando hierva lo dejamos cocer dos minutos y tendremos un almíbar ligero.
Mientras se hace el almíbar, montamos las claras a punto de nieve con la varilla eléctrica. Cuando casi estén montadas vamos añadiendo el almíbar en forma de hilo mientras se sigue batiendo.
Así conseguiremos que el merengue se mantenga firme más tiempo. Y a continuación, y mientras sigue batiendo vamos añadiendo poco a poco el puré de fresas y dejamos batir hasta que esté bien integrado.
Ponemos en las copas con un cucharón y decoramos con una pequeña fresa con su pedúnculo. Para darle un toque más sofisticado podemos quemar unos segundos con un soplete. Conservamos en la nevera hasta la hora de consumir.
Es bien fácil y ligero, espero que os guste.