Nueva Zelanda decidió ser fiel a su estilo de juego y no poner diques al tsunami que es Estados Unidos.
Los dos equipos apostaron por un juego vertiginoso, algo que beneficiaba al físico y calidad americano y el resultado no dejó margen a sorpresas (98-71). Bilbao disfrutó de otro recital de Kenneth Faried y Davis (36 puntos entre los dos). Ambos se aprovecharon de la superioridad física que tenían sobre los pívots de Nueva Zelanda y lideraron a su equipo una noche más en el Mundial 2014.
Las primeras jugadas ya daban muestra de lo que iba a suceder en Bilbao esta tarde. Un alley-oop de Davis a pase de Irving levantaba los primeros 'oooooohs' de la grada. El pívot fue el mejor de su equipo, y cuando durante una parte del primer cuarto estuvo fuera de la cancha por un golpe en la cara lo notó. Esa ausencia temporal ayudó a Nueva Zelanda a frenar los ataques americanos gracias a una buena defensa.
Los Kiwis estaban cerca en el marcador hasta que Kenneth Faried apareció por allí para dar otro recital. Un mate y un dos más uno... y la primera ventaja amplia de Estados Unidos (12-6).
Junto al de Denver también quiso quitarse, o al menos empezar a hacerlo, una losa de encima Stephen Curry. El escolta no encuentra el aro desde triple con facilidad y empezó con ocho puntos en apenas 8 minutos, aunque luego fuese de más a menos. Pese al caos atacando, los de Vucinic consiguieron una canasta sobre la bocina del primer cuarto (27-20). Habían salido guerreros, mientras EE.UU no conseguía encauzar el partido.
Nueva Zelanda se aceleró demasiado y los americanos lo aprovecharon con contras imparables y lecciones de juego y espectáculo de Faried. Pese al tiempo muerto para aclarar ideas, los kiwis no eran capaces de hacer frente a los NBAs. Dos triples seguidos de Bartlett sirvieron para que Thompson recogiese el guante y la diferencia se situase en lo 9 puntos. Gracias a una entrada a canasta preciosa de Irving los de Coach K conseguían una ventaja cómoda, 43-29. La zona era terreno prohibido para los pívots de Oceanía ante Faried y Davis. Pese a usar las manos, el cuerpo entero o lo que hiciese falta.
Estados Unidos aprovechó una defensa intensa para impedir a los kiwis atacar cómodos y lanzar con acierto. En ataque tiraban del recurso del 'pick and roll' para intentar la canasta fácil, y lo hacían sin problema en forma de alley oops o algo parecido de Davis, un seguro de vida para eso en las continuaciones. Mientras, Nueva Zelanda seguía tirando sin acierto al aro americano. Dos puntos de BJ Anthony para Nueva Zelanda demostraban el miedo a la pintura que tenían. Pese a estar solo no las tenía todas consigo y anotó esperando el tapón por algún lado. El partido se fue 57-35 al descanso.
Tras el parón, continuó el dominio de los hombres altos de EE.UU. Con ellos en pista era imposible que las 'torres' neozelandesas entrasen en juego. Ser más fieros que Finlandia les libró de una derrota tan abultada como la de los lobos europeos. Corey Webster (11 puntos) tiraba de su calidad en este tipo de juego abierto para realizar un buen partido, pese a la derrota de los suyos. Nueva Zelanda lo intentaba pero delante tenía una apisonadora con motor de Fórmula 1. Los del 'Dream Team' intentaban el más dificil todavía con un alley oop fallido de Irving a Plumlee y varias jugadas imposibles hasta para ellos.
Los de Coach K mantuvieron su reparto de minutos, lo que les ayudó a tener un nivel defensivo alto durante la mayor parte del partido, casi por primera vez en este torneo. La defensa dio frutos en forma de robos de balón,fallos en los tiros de los de Oceanía y contragolpes, En resumen, más espectáculo de un Davis desatado. A falta de tres minutos anotó Rudy Gay a la contra haciendo que todos los americanos anotasen al menos un punto ante un equipo que fue guerrero de principio a fin, pero con armas muy inferiores a las americanas.