Desde hace un par de años he estado leyendo por las redes a varias mamás blogueras que usaban distintas copas menstruales y todas (sin excepción) contaban experiencias positivas tras el cambio a la copa.
Sus ventajas son más que evidentes:
- Menor impacto ambiental por reducción drástica de residuos (se estima que una mujer puede generar entre 100-150 Kg. de desechos de productos de higiene íntima. A saber: compresas y tampones).
- Ahorro económico (porque una copa menstrual puede durar años).
- Comodidad: una copa puede durar hasta 10-12 horas puesta mientras que las compresas o tampones deben cambiarse mucho antes.
- Puedes dormir con la copa puesta (¡y sin escapes!! mi gran caballo de batalla).
- Ninguna posibilidad de contacto con productos tóxicos ya que están fabricadas de silicona (como puede ocurrir con los tampones).
Sin embargo tenía mis reticencias…
- ¿Seguro que no molesta? a mi a veces me molestan los tampones…
- ¿Sabré ponérmela bien?
- ¿Y si estoy fuera de casa cómo lo limpio?
- ¿Me dará impresión mi propia sangre?
Al final me decidí.
Pensé, la voy a probar y si no me convence tampoco pasa nada.
Así que entré en la web de mi querida amiga María (Pañales y más) y escogí la copa de mi tamaño. La que ella vende en su tienda es esta, pero tengo entendido que son todas buenas:
Mi experiencia
Cansada de usar compresas (porque los tampones a veces me molestaban), de sufrir las noches que estaba con el periodo para no manchar nada, de estar incómoda y de sentirme como un bebé con pañales me decidí a usar una copa menstrual.
El primer día me sentía rara, me daba miedo que no estuviera bien puesta, que se me cayera y que manchara todo sin enterarme, pero nada de eso ocurrió.
Recuerdo que cada dos horas me la quitaba y volvía a poner para revisar que todo estuviera correcto
El segundo día ya me relajé porque todo estaba bien y desde ese momento ha sido una maravilla.
Sencillo de poner, siempre estás limpia, dura muchísimas horas (y toda la noche si lo necesitas), se limpia en un pis pas y se coloca muy fácilmente.
Sólo tienes que tener cuidado de comprar tu talla para que puedas colocarla bien y ya.
Así que mi experiencia es positiva al 100%.
Vamos, que no vuelvo a las compresas ni loca