¿Te vas de viaje a Río de Janeiro y no sabes en qué zona de playa alojarte? ¿Escuchaste hablar de Copacabana, Ipanema, Leblón y Barra de Tijuca como las playas más conocidas de Río de Janeiro, pero no tenés idea en qué se diferencian? En este post vamos a tratar de ayudarte con estas preguntas en base a nuestra experiencia.
Los invito a pensar en estas playas como si estuvieran en una línea recta y como si se formara un degradé desde Copacabana, en un extremo, hasta Barra de Tijuca, en el otro. En ese degradé es que se puede incluir todo lo que pensemos sobre esas playas. Por ejemplo, Copacabana es la playa más caótica, con más movida, con más vendedores ambulantes, con más ferias, con más negocios, con más carteristas, etcétera, mientras que Barra de Tijuca es la playa más “natural”, con menos movimiento, menos concurrida (sobre todo cuanto más nos alejamos del centro de Barra), con menos vendedores y movida. En el medio, Ipanema y Leblón.
COPACABANA
Es una de las playas más conocidas y concurridas de la ciudad. Tiene el inconfundible piso con ondas en blanco y negro que simulan olas, y muchos puestos o chiringuitos para sentarse a disfrutar de una bebida o comida ligera. La playa se extiende hasta el fuerte de Copacabana, las olas suelen pegar bastante fuerte por lo que muchas veces no está permitido bañarse y cada pocos metros es posible encontrar redes instaladas para que los cariocas (como se conoce a los habitantes de Río de Janeiro) demuestren sus habilidades con el voley o el fútbol-voley. Copacabana pareciera tener una vida propia y ser un submundo dentro de la ciudad. Sino son muy amantes de este tipo de playa, vale la pena aunque sea sentarse a mirar el espectáculo de quienes por allí pasan: desde vendedores de mallas, sombreros, pelotas, caipiriña y frutas hasta hombres con parrillas portátiles para ofrecer comida a las brazas.
No les recomendamos que dejen las pertenencias en la arena y se vayan a mojarse los pies, porque cuando vuelvan a lo mejor no las encuentran. Claro que es algo que puede pasarnos en cualquier lugar del mundo, pero al parecer (y por todas las advertencias que nos dieron los locales) es muy común en esta playa.
En la costa se extiende la Avenida Atlántica, muy congestionada por el tránsito, lo que hace que en determinadas horas, el paseo por la costa pierda un poco el encanto. Apenas comienza a caer sol Sol, el paseo se llena de vendedores de souvenirs y demás chucherías.
Para alojarse, la zona está muy bien porque tiene alojamientos de todo tipo y presupuesto. Nosotros nos alojamos en un departamento a media cuadra de la playa, sobre la calle Siquiera Campos. Teníamos una plaza con juegos para Tahiel a media cuadra, estábamos a tres cuadras del metro y de la calle por donde pasaban los colectivos que debíamos tomar para ir a otras atracciones de Río de Janeiro. Había muchísimos comercios de todo tipo y un montón de opciones para comer. A la noche, cuando los negocios cerraban no parecía el mejor lugar para caminar, pero eso imaginamos que en el verano es diferente.
IPANEMA
Cruzando el Parque Garota de Ipanema llegamos a otra zona extensa de playa formada por las playas de Arpoador, Ipanema y Leblón.
La zona de Ipanema tiene una impronta más linda que Copacabana, con menos comercios o con comercios de otras marcas. Además, cuatro cuadras “hacia adentro” está la laguna Ricardo Freitas y una de las zonas más residenciales de la ciudad.
Para alojarse, el barrio es menos comercial que Copacabana y es un poco más caro.
LEBLÓN
Esta playa está a continuación de la de Ipanema y se ve cada vez más cerca el morro Dos Hermanos (Dois Irmaos), al que se puede subir en treking o escalada. Las playas son menos populares que las dos anteriores y las construcciones en la costa son más bajas.
La zona para alojarse es más tranquila, pero también más cara que las dos anteriores.
Lo mejor que tiene son los juegos cercanos al Posto 12 (los postos son los puestos de sanidad, donde están los guardavidas y los baños, que son pagos). Es una zona delimitada con un montón de juegos ideales para los más pequeños y para que los adultos puedan descansar un poco de la vorágine que tienen los niños pequeños.
BARRA DE TIJUCA
Un poco más alejada de las anteriores se encuentra la zona y playa de Barra de Tijuca. Está en el otro extremo del espectro que mencionamos al principio. Es, en general, la zona más cara para alojarse y las playas son las más “naturales”, sobre todo cuanto más nos alejamos de la Avenida Ayrton Senna. Desde esta avenida, hacia el lado de las demás playas, todavía es posible ver construcciones altas, hoteles y puestos de comida en la costa. Desde esa avenida hacia el otro lado, empiezan a estar cada vez más espaciados los puestos de comida/bebida hasta que ya no hay.
Barra de Tijuca es una zona que creció mucho con motivo de los Juegos Olímpicos y del Mundial de Fútbol, ya que fue el lugar donde se alojaban las delegaciones y donde se construyeron importantes estadios para distintas competencias. Es una zona con muchos, muchos shoppings y complejos hoteleros. A nosotros nos gustó la playa, pero no la zona en general. No somos de visitar los centros comerciales (a mí, personalmente, me agobian) así que eso no representaba un atractivo. Las distancias entre un lugar y otro son mucho más largas de lo que parecen y no lo vimos como un lugar con mucha “vida”. Igualmente, en los últimos tiempos, suele ser el lugar elegido por las familias con niños pequeños para alojarse en Río de Janeiro. La causa principal es la tranquilidad de la playa en comparación con las otras.
Si van con niños, hay una linda plaza llamada Iván Passini, con juegos y bastante verde. Además, varios de los primeros chiringuitos (hasta la avenida Ayrton Senna) tienen juegos en la playa.
Una buena idea es alquilar algunas bicicletas y recordar Barra de un extremo a otro. No tenemos el dato de dónde se puede alquilar, pero seguro que si preguntan en alguno de los cientos de hoteles que hay los van a poder ayudar.
Las fotos que ven son del mes de junio. En los meses de verano, las playas están todas mucho más concurridas, pero igualmente, el degradé del que les hablé al principio se sigue cumpliendo.
Como siempre decimos, más allá de lo que les contamos porque lo vivenciamos, siempre es bueno hacer la propia experiencia y tener en cuenta que cada lugar puede tener cosas buenas o malas o que nos gusten más o menos.
Sea cual sea la zona donde hayan elegido alojarse, no dejen de disfrutar de la Ciudad Maravillosa.
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Si todavía no tenés el lugar, no dejes de darle una mirada a las ofertas que hay en Agencia Heidelberg. Si les dicen que van de nuestra parte, les hacen un descuento y a nosotros nos dan una comisión que nos ayuda a seguir.
Nosotros alquilamos con ellos el departamento y nos resultó muy práctico. Teníamos la ubicación que queríamos (a media cuadra de una plaza) y estuvieron muy atentos a nuestros llamados durante la estadía porque tienen guardia las 24 horas.
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