Preámbulo:
El contenido sucinto de este post viene dado por ser Copenhaguen nuestro punto de partida en el inicio de un crucero por los Fiordos Noruegos, cuyo relato se efectuará en otro contenido. La visita duró toda una tarde y la mañana del día siguiente.
Breve introducción:
Capital de Dinamarca, Copenhaguen es la ciudad más importante de este país que se alarga hacia el Báltico y que cuenta con poco más de 5 millones de habitantes, de los q
Aún cuando los daneses tenían una índole poco guerrera y más bien mercantil y comercial, sus relaciones con el resto de pueblos nórdicos (Noruega y Suecia) fueron pésimas hasta que la hija del rey Valdemar IV, Margarita, se casó con Hakon VI, rey de Noruega y Suecia, reunificándose los tres países bajo el mismo reino. Pero, como siempre, las guerras religiosas con la llegada de la reforma luterana dieron al traste con todo. Dinamarca, en definitiva, es el reino más antiguo del mundo y su familia real tiene una historia sólamente comparada con la corona inglesa que continúa viviendo en el castillo de Amalienborg, compuesto por cuatro enormes palacios. Por supuesto, están exentos de todo tipo de pago de impuestos y sus propiedades son extensas.
Copenhaguen vive envuelta en el mito de la Sirenita ( The little Mermaid), el célebre personaje creado por la fantansía de Hans Christian Andersen y es el símbolo de la ciudad y visita obligada para todos los visitantes.
La llegada:
En vuelo regular de Iberia, partimos de Barajas (Madrid) a las 11,50 h. y después de 3 horas de vuelo aterrizábamos en el Aeropuerto de Copenhaguen en el que tuvimos que atravesar toda el área de pasajeros en tránsito (tiendas incluidas) para retirar el equipaje. Desde allí, al hotel seleccionado, utilizamos un magnífico tren que en tan solo 15 minutos nos dejaba en la Estación Central. Su precio ¡íncreible! 31,50 DKK = 4,50 Eur. De allí un taxi al hotel que yo esperaba más caro (Copenhaguen es pequeño) y que al cambio fueron 12 Eur.
Previamente ya habíamos seleccionado el hotel Christian IV (3 estrellas) para nuestra única noche en la ciudad. Situado en Dronningens, 45 (a muy pocos pasos del centro) la habitación triple tuvo un coste de 1.225 DKK= 182,70 Eur. (desayuno incluido, eso sí, pero ya veís que precios).
Y a pasear que tenemos poco tiempo
Una vez de regreso a la amplia Plaza Kongens podemos presenciar el Teatro Real y encaminarnos hacia la arteria comercial peatonal más importante de la ciudad. En la calle Ostergade, de
Después de un buen descanso y mejor desayuno nuestras piernas estaban preparadas para otra media jornada antes de embarcar a las 2 de la tarde en nuestro crucero. Nuestra primera visita fue al Rosenborg Park, el mayor de la ciudad, visitando el Castillo de Rosenborg allí instalado edificado por Christian IV, entre 1606-1634 como castillo de recreo. El castillo se emplea como trastero real, conservando las piezas de herencia familiar, tronos, insignias reales, joyas y coronas desde 1.680 hasta la actualidad.
De allí nos e
A sólo dos pasos podemos visitar The Marble Church ( MarmorKirken) con la cuarta cúpula más grande del mundo y sus doce columnas que dicen quiere imitar a la de San Pedro en el Vaticano. Aúnque pequeña su interior es luminoso y espectacular. Seguimos nuestro paseo en dirección al puerto y al Churchill Park. Después de reposar en él tomando un café nos encaminamos al Kastellet, antigüo fuerte defensivo de la ciudad. Si le atravesamos podremos llegar a presenciar, de nuevo, La Sirenita, esta vez desde tierra. Si bordeamos el Kastellet por la esplanada cerca del canal nos encontraremos con una preciosa y enorme fuente, camino de Esplanaden, digna de tomar fotos.
Hasta aquí llegó nuestro recorrido, pues el barco no podía esperar. El detalle de ese crucero por los Fiordos Noruegos será el motivo del siguiente post. Quedan algunas cosas más interesantes de Copenhaguen, pero será para otra ocasión o a la espera de vuestras aportaciones que, siempre, serán bienvenidas. Eso sí, no quisera terminar sin destacar mi gran admiración por la educación de los daneses. Las bicicletas, en su mayor parte, se aparcan y dejan durante toda la noche sin cadenas o candados. Nadie toca nada que no sea suyo. Sencillamente ¡ chapeau !. Y con esta imagen, que ahora podeis apreciar, abandonamos ¡ jamás para siempre ! Copenhaguen.
Ahora os dejo con este video, totalmente casero pero efectuado con mucho cariño, con el que podéis conocer un poco mejor Copenhaguen por medio de las imágenes.
¡Buen viaje, ciudadanos !.