Delante del Palacio Staszic, la sede de la Academia de Ciencias de Polonia, en un ensanchamiento de la calle Nowy Swiat, se levanta la Estatua de Nicolás Copérnico en fundición de bronce realizada diseñada por el escultor danés Bertel Thorvaldsen en 1822.
El monumento se financió con donaciones públicas y gracias al científico Stanislaw Staszic. La propuesta inicial era situar la estatua en Torun, la ciudad natal, pero fue ocupada por Prusia.
Copérnico aparece con una esfera armilar donde la Tierra deja de ocupar el centro del mundo.
En el pavimento se ha reproducido el sistema solar heliocéntrico con los planetas en latón y las órbitas en granito. No se respetan proporciones, solo el ordenamiento. No hay más satélites que la Luna y el Anillo de Saturno.
Copérnico evitó disquisiciones filosóficas, al modo del hipótesis non fingo de Newton, y presenta su modelo como un procedimiento matemático que simplificaba los cálculos. En efecto, el modelo ptolomeico se había complicado tanto que necesitaba ya 77 epiciclos que se ven reducidos a 31 con la hipótesis heliocéntrica.
Tanto Aristarco de Samos como Marciano Capella en la antigüedad dieron mayor protagonismo al Sol como centro de giro: Copérnico valida las ventajas matemáticas del heliocentrismo.