Corazón Avaro

Por Maternidadconsciente @MaternConscient

imagen tomada de Google

Aquí les presento un texto motivado en una consigna de Literautas, según la cual debía elegir uno de los siete pecados capitales y escribir un relato que lo tenga como base. El pecado que elegí es la AVARICIA, y aquí tienen el texto que salió a partir de esa idea: 

La soledad que la envolvía la hacía ver más perfecta aun, inmaculada, inalcanzable. Era evidente la superficialidad que detentaba, el acopio de joyas y adornos no cumplía otra función que la de ocultar la insatisfacción de su alma anudada, condenada a enterrar sus sentimientos. Sin embargo su belleza era indiscutible y tenía la capacidad de atraer al más apático de los hombres, enamorarlo y succionarle toda su inocencia, quitándole para siempre la posibilidad de volver a creer en el amor, ya que después de ella cualquier corazón quedaba devastado.

Se dedicó a vivir la vida de ese modo, excluyendo las emociones, motivada por la carencia de amor que la había dañado desde el comienzo de su existencia, cuando sus padres sustituían tiempo y contención con regalos, juguetes y vestidos caros. Y se creyó poderosa. Se rió de cada hombre que dijo amarla, lo abandonó a su suerte con el corazón destrozado mientras seguía su camino en busca del siguiente candidato.

Su avaricia la llevaba a coleccionar cada vez más corazones, hasta que descubrió que esta nueva forma de materialismo que había inventado era tan inútil como la tradicional: no era capaz de calmar su hambre ni su sed  de amor. Justo cuando comenzó a sentir que la mezquindad de su espíritu la llevaba a vivir una vida sin sentido, decidió acabar con todo. Y lágrimas de cien hombres fueron diamantes adornando su cajón. 

©Mónica M. Kofler Escañuela