Revista Cultura y Ocio

‘Corazón Oscuro’ es la novela histórica que estaban esperando los amantes del género

Publicado el 19 junio 2014 por Delecturaobligada @DelecturaOblig

corazón oscuro

León Arsenal se adentra en nuevos géneros para evitar la comodidad del autoplagio y la creación de obras clónicas

 

Por: Tania Baeza

Empezamos hablando sobre cómo se enfrenta usted al proceso creativo
En mi caso, tras más de diez años de escritura profesional, acaba siendo natural, parte de tu vida. Y no es una boutade. Como en cualquier trabajo, al final es como si una parte de tu cerebro se reservase para eso y estuviera siempre procesando, incorporando, produciendo, registrando… creo que todos podemos entender eso, porque en todo trabajo, o en casi todo, ocurre. Y sucede que mi trabajo es crear.

Quienes lean sus obras, ¿podrán encontrar influencias de otros autores?
Por supuesto, todo lo que lees deja su impronta, para bien o para mal. Incluso hay influencias negativas, de autores que te «enseñan» a rehuir fórmulas y formas de escribir.

Si tuviera que elegir alguno, ¿qué autor sería el más destacado, rehuimos de mejor, en novela histórica?
No soy de autores, sino de obras. Que adore El Palacio de la Luna, de Auster, no quiere decir que me convierta en devoto de toda su obra, sino que solo me ha llevado a frecuentar más sus libros, pero unos me gustan y otros no tanto. Y así me ocurre con todos. 

Su obra se divide en novela histórica, narrativa fantástica, thriller histórico, ensayo y relato. ¿Se siente cómodo en todos los géneros?
Más que cómodo. Busco el cambio voluntariamente. Explorar nuevos géneros te obliga a armarte de nuevos recursos que después emplearás con provecho en los que ya trabajas. Es una garantía contra el autoplagio, el darle a la manivela para producir obra clónica.

En estos momentos está promocionando Corazón Oscuro. ¿Cómo surgió esta novela?
De un episodio bastante desconocido para el público en general, aunque como es lógico es más que conocido en Teba. Siempre ocurre así: nuestra historia española está trufada de sucesos increíbles, filones para un escritor, que aún están por explorar y explotar.

La obra está ambientada en el s. XIV por lo que tuvo que dedicar un tiempo a la documentación. Para algunos autores esa es la parte más dura, para otros la mejor porque durante el proceso les surgen ideas para futuros trabajos. ¿Cómo vive usted una fase obligatoria en las novelas históricas?
Es parte del trabajo y punto. Pero, aparte, la propia labor de documentación te da hilos argumentales nuevos. Es la fase en la que surgen historias, se caen otras y se consolidan las líneas maestras de la novela. Documentarse es mucho más que saber el número exacto de componentes de una legión romana o cuanto medía la Tizona del Cid.

Lo que diferencia la novela histórica de un tratado son las licencias creativas. ¿Cuál es el truco para que en sus obras esas licencias no suenen a inventos como ocurre con otros escritores?
Porque esas licencias deben respetar el rigor. El rigor en una obra literaria de narrativa histórica es que no puedes violar lo que se sabe. Esa es la raya que no debes traspasar, porque si la cruzas tienes otro género sin duda, pero ya no es el histórico.

Dibujo

Nos desviamos un poco de la literatura propiamente dicha. Hace unos días el equipo de De Lectura Obligada estuvo visitando las ruinas romanas de Cartagena y nos sorprendió lo poco concurridas que estaban. Usted durante el proceso de elaboración de sus novelas históricas habrá visitado lugares parecidos. ¿Se repite la situación de soledad durante las visitas?

Pues justo Cartagena, con el consorcio Cartagena Puerto de Culturas, tiene una gestión envidiable. Bueno, creo que a veces olvidamos que España es el 2º país del mundo con mayor patrimonio cultural material e inmaterial, solo después de Méjico. Esa pretensión de que cada rincón de nuestra geografía, gracias a su patrimonio histórico-cultural, esté rebosante de visitantes, es quimérico. Más que la soledad me preocupa el abandono: por ejemplo aquí en la Comunidad de Madrid, donde resido, se han abandonado yacimientos, excavaciones, restos, con el peligro de deterioro y saqueo que eso conlleva. No me preocupa la falta de visitantes sino el riesgo de visitantes indeseables.

Un tema muy común en sus libros es los enfrentamientos entre los distintos pueblos que han ocupado la Península y como España se construye y avanza gracias a esos enfrentamientos. Viendo la situación actual del país y teniendo en cuenta sus conocimientos de la historia nacional. ¿Nos encontramos en otro momento de fragmentación que nos hará avanzar?
Matizo. Más que entre pueblos, entre ambiciones personales, intereses colectivos, necesidad y circunstancia. Ahora, a mi juicio, y mi opinión creo que es bastante conocido, nos encontramos en una encrucijada, como estuvimos en el XIX. El riesgo de disgregación parcial, aunque terrible y doloroso, no es el mayor problema. Más lo es mantener un Estado al precio de que este sea de ciudadanos desiguales por razón de su lugar de residencia o su adscripción a comunidades lingüísticas o a cualquier otro rasgo identitario. Lo que se separa, se puede unir, porque es la dinámica de los tiempos. Cuando partes de la población consolidan privilegios frente al resto (en realidad acaban perdiendo también), ya es más difícil (o más bien se paga un alto precio) restituir una igualdad que desde fines del siglo XVIII se consideraba propio de gentes modernas y civilizadas, y que ahora algunos cuestionan.

Si es así, ¿por qué cree que en este país –donde el turismo es el motor de la economía- no se crean las rutas literarias e históricas tan habituales en otros países?
Las hay, pero son sobre todo y de momento iniciativas de algunos esforzados. Hay mucho que trabajar en ese sentido.

Nos volvemos a centrar en Corazón Oscuro. ¿Qué tal ha sido la colaboración con la editorial La Esfera de los Libros?
Excelente en todos los sentidos. Con este libro abro una nueva etapa que espero (y de momento así está siendo) que sea de lo más fructífera.

Recientemente estuvo en la Feria del libro de Madrid. ¿Qué tal la experiencia?
Llevo muchos años yendo a la feria. La parte de las firmas es trabajo, que hago con gusto. Pero, más allá de eso, es la gran fiesta del libro en Madrid y como tal hay que tomárselas.

En su opinión, ¿esas ferias sirven para algo en una industria en la que –al menos los usuarios- empiezan a apostar por los formatos digitales?
Dejando de lado lo que la organización tenga que innovar, esta feria sigue siendo lo que fue. Fue creada por los libreros para vender libros y así sigue siendo. Para muchas librerías, la feria y sus ventas suponen la diferencia entre seguir o cerrar, y solo por eso hay que apoyarla al cien por cien.

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Retrato del autor. Web del autor

Lo más importante de estas celebraciones es el contacto con los lectores. ¿Qué es lo más bonito que le haya dicho uno de ellos?
Lo más sencillo es lo más halagador: que han disfrutado, que le alegraron las vacaciones, que se llevan el último porque les encantó el anterior…

¿Las críticas negativas las tiene en cuenta o las pasa por alto porque aún le afectan?
Las tengo en cuenta lo que tengo que tenerlas. Aquí hay mucho (sé que expresar esto no ayuda a ganarme amigos) que confunde su opinión con una crítica. No son lo mismo. Tengo por ahí un artículo a medias que, mira, gracias a esta pregunta lo mismo acabo de una vez, sobre cómo la crítica trata de objetivizar. Pero ahora nos ha salido una abalanza de opinólogos que llaman crítica a lo que no es más que elevar su comentario subjetivo. Esos son a los críticos lo que los tertulianos a los analistas. Hablen bien o hablen mal de ti. Y no se trata de minusvalorar a nadie, pero hay que saber cuando lees una opinión y cuando una crítica para ponerla en su justo lugar.

Como hemos dicho se encuentra de promoción de Corazón Oscuro. ¿Nos puede adelantar los próximos actos en los que participará?
Pues es una promoción larga. La semana que viene tengo visita a Toledo, el 25 de junio, y Madrid, el 26, y luego vendrán en julio Gijón, en agosto Teba en Málaga y Comillas…

Antes de acabar, ¿nos puede adelantar si está inmerso en un nuevo trabajo literario?
Por supuesto. Aquí no te paras jamás. En eso es exactamente igual que en otras muchas ocupaciones. Más irregular, sin duda, pero no hay parones, solo altos para tomar aliento y lanzarse de nuevo a la brecha.


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