Calificación:
Crítica: 6,774 Público: 7,039 España: 6,337 Rugoleor: 5,850
Ficha:
Título Original: Crazy Heart
Director: Scott Cooper
Guionista: Scott Cooper
Intérpretes: Jeff Bridges, Maggie Gyllenhaal, Robert Duvall, Tom Bower, Colin Farrell, Beth Grant, Sarah Jane Morris, Annie Corley
Productores: Judy Cairo, Rob Carliner, Scott Cooper, Robert Duvall
Fotografía: Barry Markowitz
Música: Stephen Bruton, T-Bone Burnett
Montaje: John Axelrad, Jeffrey Ford
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2.009
Duración: 113 minutos
Edad: 7 años
Género: Drama, Musical, Romántica
Distribuidora: Hispano Fox Film, S. A.
Estreno: 05-03-2.010
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España
Espectadores: 73.827
Recaudación: 452.996,23 €
Calificación única: 6,734 (360.401 valoraciones)
Puesto / Total: 14 / 70
Sinopsis:
Bad Blake (Jeff Bridges) es un cantante de música country destrozado y con una dura vida que ha pasado por demasiados matrimonios, demasiados años en la carretera y demasiada bebida. Y sin embargo, Bad no puede evitar buscar la salvación con la ayuda de Jean (Maggie Gyllenhall), una periodista que descubre al verdadero hombre detrás del músico. Mientras lucha en el camino de su redención, Bad aprende por las malas lo dura que puede ser la vida en el corazón loco de un hombre.
Comentario:
El papel de Bad Blake, una vieja gloria del country con demasiados kilómetros, matrimonios y alcohol a sus espaldas, le valió a Jeff Bridges el anhelado Oscar al mejor actor. A partir de una novela de Thomas Cobb, el debutante Scott Cooper pone en escena el crepúsculo de la estrella errante al son de unas canciones compuestas por T-Bone Burnett y con unos secundarios de lujo: Robert Duvall, en la piel de viejo cómplice, Colin Farrell, como el discípulo, y Maggie Gyllenhall –nominada al Oscar-, como último amor.
Crítica:
07-03-2.010 – JOSU EGUREN
Como un canto rodado
No suele ocurrir a menudo pero, en ocasiones, es difícil distinguir la línea que separa a un actor de su personaje. Injustamente olvidado por los premios, que siempre prefirieron a otros, ese intérprete enorme que es Jeff Bridges recibirá el Oscar al Mejor Actor no sólo para saldar viejas cuentas, sino en reconocimiento a un trabajo excepcional que por sí solo justifica el precio de la entrada. No conviene hablar demasiado del actor, porque en pocos minutos su personalidad se confunde con la del personaje: un hombre de 57 años machacado por el alcohol, arruinado, hundido moralmente, que gira como el canto rodado de Bob Dylan por pequeños antros y bares de carretera.
Especulando sobre los orígenes de “Corazón rebelde”, la subjetividad me tienta a pensar que plantan sus raíces en el testamento sonoro de Johny Cash, un mito de la música country que se hizo grande cantando sus propias letras, pero que en su despedida eligió hacer suya la conmovedora “Hurt” de Trent Reznor. La realidad es otra. Scott Cooper adapta la novela homónima de Thomas Cobb, aunque es imposible obviar referentes cinematográficos como “Yo vigilo el camino”, “Fat City” o “Gracias y favores”. Aún reconociendo que el director filma el descenso abisal de Bad Blake en tono recurrente, su antihéroe aguanta todo el impacto de la caída y la cámara se inhibe cuando lo ‘lógico’ hubiese sido que optase por la fotografía mórbida de la miseria humana.
El guión no da para mucho, pronto intuimos que el ‘Ecce homo’ de Cooper caerá y se levantará tres veces, aunque es cierto que en el camino hacia ese Gólgota particular hay momentos inesperados, como la primera vez que Jeff Bridges entona con su propia voz la sensacional “Somebody Else” y el oído te traiciona confundiéndolo con Eric Clapton. La química con Maggie Gyllenhaal, la correcta interpretación de Colin Farrell y un puñado de buenas canciones hacen el resto. A partir de ahora Jeff Bridges es Bad Blake, y Duane Jackson, Lightfoot, Jack Baker, Preston Tucker, El Nota,…