Para el corazón grande, esperé a que enfriara y lo abrí transversalmente para colocar el relleno de chocolate Nocilla y mermelada de fresa. Las pequeñas se las comió mi marido a la hora del postre después de una suculenta comida. Yo en cambio, disfruté de una merienda crujiente acompañada de una taza de té con leche y "Caballo de Troya 9".
Especial recuerdo a mi hermana Carmiña, las tazas de café que me regaló, ambas de las fotografías, que compró las mismas para tener en su casa e imaginar que estamos juntas tomando café como acostumbrábamos en la cocina de su casa.
Estos son mi motivo de vida. El día de San Valentin se hace grande en compañía de mi marido, mis hijos y de Orio, nuestro perro. Os deseo mucha alegría rodeados de todos los seres queridos y que sea un maravilloso día dulce.