Corazones enterrados

Publicado el 16 julio 2015 por Rubencastillo

Alfonso x el Sabio fue un monarca, todos lo sabemos, estrechamente vinculado a la región de Murcia. Lo que no todo el mundo conoce es el asombroso detalle de que su corazón y sus entrañas reposan en la catedral capitalina, en el interior de una urna de piedra labrada en la época del emperador Carlos V. Dos heraldos del siglo XVI acompañan al macizo recipiente. Hasta ahí lo puramente histórico, que puede comprobar cualquier persona curiosa que navegue por Internet o visite la citada catedral. Pero entonces llega un novelista como Paco Rabadán Aroca y, rizando el rizo de la imaginación, se pregunta: ¿y qué pasaría si alguien tuviera la atrevida ocurrencia sacrílega de robar esos restos? ¿Le resultaría fácil acceder a la catedral (cuyo nivel de vigilancia es bajísimo) y hacerse con ellos?Para darle mayor dosis de espíritu novelesco, Paco Rabadán aporta un quiebro histórico: el arca donde oficialmente se encuentran los restos del rey castellano está vacía, y los mismos se encuentran depositados en otro cofre, labrado en oro y piedras preciosas, que yace sepultado bajo el Altar Mayor. Y para darle mayor dosis de intriga añade a los miembros de una extraña organización, que velan por los restos de Alfonso desde finales del siglo XIII y que harán cualquier cosa con tal de evitar su profanación.La novela se titula Corazones enterrados, fue publicada con el sello Círculo Rojo y está escrita con gran vigor y con gran amenidad. Sus personajes están muy bien construidos (Julián Carrión, dueño de una aseguradora; Rosa Alcántara, una expolicía con problemas económicos; Alejandro, guía turístico; Víctor, un compañero de trabajo que condicionó el pasado de Rosa; el inspector Cifuentes, que se encarga de las investigaciones del caso; Zoran Banjac, un despiadado traficante de origen centroeuropeo), las ambientaciones resultan muy convincentes (se podría establecer un itinerario por la capital, siguiendo los pasos de la acción) y el lenguaje está perfilado para llegar a un público amplio, al que sin duda convence y seduce.
Harían bien en probar esta lectura para el verano. Seguramente les gustará.