Córdoba llama

Publicado el 23 marzo 2017 por Tucho

Anticasper, por Guido Grosso 


En el último lustro, la provincia de Córdoba se convirtió en uno de los polos de producción clave dentro del rock argentino. Como nunca antes, surgieron una cantidad de sellos y artistas que, búsqueda sonora y estética mediante, forjaron una movida que llegó al punto de ganarse su propio libro -Esto es una escena, compilación del periodista, músico y gestor Juan Manuel Pairone- con escritos sobre nada menos que 19 álbumes cordobeses editados entre 2012 y 2014.
Anticasper, Telescopios y Valdes son tres de las bandas que hacen fuerte a la movida cordobesa: los primeros ya como referentes indiscutidos hace años; los segundos como una de las promesas que empieza a cosechar lo sembrado con su imperdible disco El templo sudoku; los terceros, uno de los proyectos a explotar, recién estrenados (su debut homónimo salió a principios de año).
Por todo eso, Nico Garriga (Anticasper), Bernardo Ferrón (Telescopios) y Pancho Valdés (Valdes, claro) se prestaron a responder algunas preguntas.
¿Cómo describirían la situación local en este momento, con sellos que redujeron su actividad (Discos del Bosque) o directamente dejaron de existir (Ringo Discos) y a la vez muchas bandas surgiendo desde allá? ¿Quedó una estructura que sirve como punto de partida o pasa más por el entusiasmo de las bandas?
Nico Garriga: Estamos muy contentos y orgullosos con la escena cordobesa actual. Creemos que se encuentra en un gran momento musical. Hay muchas bandas nuevas que están laburando de una gran manera. Buenos discos, de gran calidad de audio, buenos shows y buenos trabajos de distribución y prensa. Si bien nuestro sello quedó en el pasado, ha sido una gran herramienta para Anticasper. Hay muchas ganas de hacer las cosas bien de parte de las bandas a la vez que Ringo dejó una estructura que nos sirve para nuestro trabajo como núcleo de banda.
En estos años hemos aprendido a ser más independientes de lo que éramos siendo Ringo. De alguna manera, la finalización del sello vino de la mano con el funcionamiento del trabajo autónomo de cada banda que formaba parte del sello. Creo que lo más rescatable de esta situación es que todavía existe el trabajo cooperativo y solidario entre bandas, más allá de si estaban en nuestro sello u en otro. Ahora estamos haciendo varias cosas a la par de Valdes y Telescopios y esto se da porque estamos en una situación parecida, porque somos amigos y buscamos lo mismo y porque nuestros managers también comparten cosas.

Bernardo Ferrón: Sin dudas hay un antes y un después en la escena de acá a partir de estos sellos que nombrás. En el momento en que empezó a pasar esto de “hay una escena de bandas de nuestra generación en nuestra ciudad” los sellos te ponían en la cara la data de “está pasando aquí y ahora” y ahí a bastantes músicos nos cayó una ficha grosa. El hecho de que ahora no estén tan manija como hace unos años debe ser por el desarrollo de cada banda en particular. No vemos como un retroceso eso, de hecho vemos cómo algunas bandas de esos sellos ya están con un pie puesto en algo un poco más mainstream, y eso ya es medio como empezar a curtir otra.
Más que por el entusiasmo de las bandas -que es súper necesario y vital-, pasa más por el trabajo de las bandas que por una “estructura”; estamos convencidos de que no hay una manera de hacer las cosas: hay millones de maneras y todas tienen que ver con cada proyecto en sí.

Pancho Valdés: La escena está en constante crecimiento, con una propuesta de bandas novedosa e interesante, y por más que sea una movida que tiene poco público cautivo es algo a lo que nosotros elegimos apostar porque también vemos que crece paso a paso. Personalmente, la estructura de Discos del Bosque nos ha dado un gran empujón para movernos como banda bajo el ala del sello, abriéndonos puertas en Buenos Aires o acercándonos a público de otros artistas. De todos modos, cada banda se autogestiona y busca crecer como proyecto con sus propias características. El laburo que llevaron a cabo los sellos en todo este tiempo ha sido asimilado por los distintos artistas.

¿Cuál creen que es la peculiaridad de la escena cordobesa, si es posible catalogarla como una sola? Visto desde lejos, parece haber una búsqueda estética a partir de un sonido pulcro, límpido, inclusive cuando se suben los decibeles.
NG: En Córdoba hoy existen muchas bandas que están produciendo muy buenos materiales y no necesariamente compartimos la misma movida. Pero si vamos a hablar de nuestro circuito y escena, encontramos una riqueza justamente en la pluralidad de géneros y sonidos que hay entre las diferentes bandas. Hay muchos discos que suenan bien actuales y “pechados” pero están en distintas estéticas. Por ejemplo, no es lo mismo el punch y la energía que generan los Claravox, que viene por un lado noise-experimental, a la que generan los Viaje a un Minúsculo Planeta, que tiene algo más clásico, con una gran técnica y ejecución, a la que generan los Valdes que son mucho más bailables y grooveros. Justamente en este amplio rango de propuestas radica el buen posicionamiento de la movida cordobesa hoy vista desde afuera. Siempre priorizando la calidad de las producciones con una gran identidad en cada banda.
BF: Capaz que lo que está bueno de acá es que todas las bandas hacemos música bastante distinta. No hay dos bandas que vos digas “mirá que parecidas que son”. ¿Catalogarla? Ni idea, de pronto si alguien de afuera escucha una banda de acá sin saber y dice “che que cordobés que suena esto”, mata. Eso habla como de una identidad y está buenísimo.
PV: La escena cordobesa más ligada al pop, que es el nicho en el que nos movemos, tiene como característica principal una cierta suavidad y sutileza a la hora de expresarse en términos de sonidos y melodías. Hay algo en toda esa variante de estéticas que genera calidez en el público, que se vuelve entrañable. Pero al mismo tiempo, esa sutileza no va en detrimento del power rockero. Eso no impide que haya shows potentes y bailables, es todo parte de lo mismo. Cuando salimos de Córdoba sentimos que la respuesta en el público también es positiva, y eso nos motiva a seguir creando y abriendo caminos.

Telescopios, por Joaquín Ferrón


¿Sienten que la cantidad de grupos que se instalaron en los últimos cinco años levantó la vara en cuanto a producción en todos los aspectos? Es notoria la preocupación por hacer algo de calidad, desde el arte de los discos hasta la faceta visual de los grupos.
BF: Y en el audio también. Si algo podemos decir de toda la música independiente es que de la manera que sea, sea la búsqueda que sea, los discos suenan cada vez más lindos. Obvio que eso en cierto punto te pone en un lugar, tenés que hacer algo que esté bueno. No por el hecho de estar a la altura y ya, sino porque posta que es re motivador tener a colegas haciendo cosas que nunca nos imaginamos que íbamos a poder hacer. Te hace reaccionar y activar fuerte.
PV: Pero más vale que se levantó la vara, papá (risas). Los grupos buscan superarse en cada nueva instancia creativa. Se nota el aprendizaje que se va generando entre discos propios y de compañeros de ruta, también en cuanto a calidad de shows, videos, diseño de arte, vestuario, luces.
NG: Seguramente cada banda tiende a esto a la hora de sacar nuevo material. Además de la necesidad de editar discos que suenen a la altura de la música moderna, es imprescindible complementar las producciones con shows completos, buenas ediciones físicas, trabajos fotográficos… De todas maneras lo bueno de ser independientes es que cada banda hace lo que quiere. No creemos que haya competencia entre las mismas. El nivel de las producciones de cada banda lo elige cada banda y esto es justamente ser dueño de tu propio trabajo. Desde Anticasper, le estamos dando mucha bola actualmente a los shows. Como cuando vas a ver una banda grande y salís con esa sensación de que ahí adentro se vivió de todo. Bueno, eso es lo que queremos generar en nuestros shows. Buen sonido, lo más fiel al disco, unas visuales que acompañen el viaje y te metan en la música, interacción con el público de manera lúdica y cercana, manejar momentos que suban y bajen en intensidad, por decir algunos ejemplos.
¿Tienen respuesta en los lugares donde se toca? Esa apuesta sonora, ¿es posible de llevar al vivo o las condiciones técnicas no avanzaron en Córdoba a la par de la escena?
PV: La verdad es que hay lugares que se la bancan más que otros. Nosotros al tener un show basado en un beat con subwoofer a veces nos tenemos que adaptar y bajar un poco los decibeles de graves, pero al fin y al cabo el resultado es óptimo. Somos músicos y estamos acostumbrados a adaptarnos. Además, al tener una propuesta sin batería acústica y con pistas tenemos menos problemas a la hora de hacer sonar nuestros temas como en el disco.
NG: Nosotros intentamos siempre tocar en lugares donde haya una técnica que responda a los requerimientos de las bandas en lo que refiere a pubs, boliches y salas. En Córdoba hay varios lugares en donde siempre encontramos buena respuesta, por ejemplo Belle Epoque, Casa Babylon y Paraguay. Son los lugares donde nos sentimos cómodos para dar un show. A la vez, últimamente, salen algunas fechas en bares más chicos, tipo cena-show, en donde no siempre se puede pedir todo lo que la banda necesita para su show en formato completo. Es por esto que también preparamos un set reducido y más abajo para poder ajustarnos a las condiciones de cada lugar.
BF: Nuestro desafío de ahora es ése, estamos en la búsqueda de un vivo que tenga lo que sentimos que tiene que tener. Y está medio jodido en general, es raro pero hay veces que sentimos que se llega hasta un límite. Y la mayoría de las veces ese límite no lo ponemos nosotros sino las condiciones que se presentan en determinada ocasión. Y todo bien, se encara para el lugar que haga falta para hacer el mejor show que se pueda en ese lugar. Hay productores que la re bancan y te ofrecen condiciones que están buenas para tocar y podes llevar tu propuesta y mostrársela a la gente como es. Y obvio, hay muchas veces que no se puede. Pero pasa en todos lados, no solo en Córdoba.
¿Y el periodismo? ¿Se abrieron más canales a la par, o se sigue necesitando de los medios grandes para tener otra llegada?
BF: Los canales que se abrieron a la par siempre se copan. Pero sin dudas necesitás de los medios grandes para tener otra llegada. Esos medios por ahí se copan también, y ahí es cuando te das cuenta que efectivamente hacen falta.
NG: Bueno, esto viene un poco de la mano al crecimiento también. Un poco es sí a las dos. Existen nuevos medios independientes que se involucran con la escena cordobesa y nos tiran una gran onda a las bandas a través de notas, entrevistas, agendas. Hay nuevas bandas pero también hay nuevas radios, revistas, blogs, portales, programas de TV, que hacen a esta escena. Ahora, en los que figuramos la gran mayoría de las veces no son medios mainstream. Es necesario para las bandas acceder a esta otra parte ya que es una gran ayuda para ampliar el alcance y el público. Lo curioso es que existen radios en donde no te pasan si no tocas un cover del tema de moda del momento, o si no sos “cool”, o si no te manejás con “gente importante”. A nosotros poco nos importa lo último. Creemos en la autenticidad de nuestro proyecto y creemos que gracias a esto es que no somos una banda más entre un gran montón de bandas que sí tienen alcance en estos medios y no nos gustan.
PV: Se abren canales en forma permanente que brindan espacios para que las bandas muestren su música, así como espacios que ya están hace años y se siguen sosteniendo. Pero la difusión a gran escala de los medios más renombrados sigue siendo clave. No faltan medios en Córdoba que brinden apoyo incondicional a las bandas, falta poder construir masividad, hacer llegar la música a más gente.
¿Con qué región del país se sienten identificados en cuanto a lo que sucede? En estos años se evidenció que hay varios polos por fuera de Capital que emergen con fuerza (Mar del Plata, Mendoza, Rosario, La Plata). ¿Les parece que en verdad es una gran “escena de escenas” y la búsqueda en el fondo es la misma?
PV: Nos sentimos identificados, más que con una región, con un grupo de músicos “exiliados”, nuestros amigos cordobeses que viven en Buenos Aires. Ellos transportan esa sensibilidad cordobesa a la Capital, lugar que pensamos clave a la hora de generar público a nivel nacional. Sentimos que hay una escena global que está subdividida en pequeñas escenas regionales y nuestra aspiración es hacer pie en cada una de ellas.
NG: ¡Nos sentimos identificados con la nuestra! (Risas). Por suerte hemos ido a tocar a todos esos lugares, menos a Mardel. Muy linda movida en todos ellos y lindas bandas también. Sin embargo, nos siguen conmoviendo más las nuestras: Telescopios, Valdes, Un día perfecto para el pez banana, Cintia Scotch, Viaje a un Minúsculo Planeta, Hipnótica, Berthex, por nombrar algunas. Igual, nos encantan algunas bandas de “afuera”: Morbo y Mambo, Mi amigo invencible, Diosque, Los Reyes del Falsete, Francisca y los Exploradores. Esto es una gran escena argentina de 2010, como supongo fue en su momento la movida del Nuevo Rock Argentino.
BF: La búsqueda es la misma. Tocar nuestras canciones y que nos vaya a ver gente tocándolas. Todo lo demás tiene mil formas, por suerte.

Valdes, por Rocío Yacobone y Romina Alterman


Pareciera que hay una retroalimentación entre los músicos de esta generación pero no tanto contacto con el canon del rock argentino. ¿Es así o esa influencia está sin ser bajada en forma tan directa? ¿Se ve y escucha más al colega y a los grupos de afuera?
NG: Bueno, no sé cuál será el canon del rock argentino, pero no creo que no haya miradas hacia atrás en las bandas actuales. Podes encontrar rasgos de Virus y Charly en Cintia Scotch, Illya Kuryaki en De la Rivera, Invisible en VMP, Manal en Anticasper. También juega el lado actual y de afuera, Café Tacuba en el Pez Banana, Javiera Mena en Valdes, Tame Impala en Telescopios y Neon Indian en L’Esec por nombrar algunas. Todos consumimos mucha música de antes y de ahora.
BF: Capaz que ahora se escucha al colega y se escucha al de afuera y al de antes y así. Es tan fácil tener acceso a tanta música que hay que es todo como un despelote divino. Hay veces que el canon ese que decís avala y hubo y seguirá habiendo momentos en que la bardea. Depende más de cada artista que de “los artistas” o el canon o el rock y eso. Algo hay acá, algo tiene que haber, alguien tiene que seguir haciendo música acá.
PV: Nosotros hemos escuchado mucho rock argentino “clásico” de más niños pero claramente nuestras influencias más directas nacen de la música negra, que es lo que nos une en este proyecto. Es cierto que nuestras referencias nacionales son más contemporáneas y, aunque todavía no tengan reconocimiento masivo, para nosotros forman parte de nuestro canon del rock y el pop argentino.
¿Cómo definirían su show en vivo? ¿Qué esperan cada vez que salen de Córdoba, donde más o menos saben cuál puede ser la respuesta de la gente?
BF: Justo ahora estamos armando un show nuevo. En nuestras próximas fechas en Buenos Aires lo vamos a mostrar por primera vez. Va a estar potente, ese es el plan.
NG: Estamos preparando un show bien arriba. Lisérgico, caliente y estridente. Queremos que la gente se quede manija con nuestra banda. Vamos a usar nuestras mejores armas humorísticas y escénicas para complementar lo musical. El show de Anticasper atraviesa varios momentos. Hay partes bolicheras y hay baladas. Hay vuelo y hay bajada a tierra para mover las pompis (risas). Creemos que la dupla con Telescopios puede funcionar muy bien en la escena porteña. Nos complementamos bien entre las bandas porque no hacemos la misma música pero sin embargo hay puntos en común. Esperamos un camarín lleno de guachitas y guachitos para después salir de joda… pero todos mayores de edad, por favor (risas).
PV: El show en vivo de Valdes es completamente groovero y bailable. Una mixtura entre el house noventero y la canción pop. Con una propuesta visual cuidada y laburada con el único objetivo de brindarle al espectador una experiencia. Cada vez que salimos de Córdoba esperamos dejar todo en la cancha. Llegamos a Buenos Aires con muchas expectativas y queremos que nos vea mucha gente y, sobre todo, que se diviertan con nuestra música. Puntualmente, los shows en el festival Aruma y en Sheldon van a ser únicos para nosotros, ya que por primera vez vamos a tocar con otros músicos, en formato banda (NdR: Valdes es primordialmente un dúo que completa el hermano de Pancho, Edu). Los invitados son Pablo González, en batería electrónica, y Hernán Segret, en bajo. Esas presencias le dan a la banda un sonido más orgánico, que es mucho más cálido y llega más al cuerpo. Va a ser imposible no dejarse llevar por las vibraciones y la conexión entre nosotros.

[Publicado en ArteZeta el 28 de agosto de 2016]