La instantánea recoge un campamento -prisión- norcoreano, donde se encierra a los opositores, así como sus familiares, allegados o amigos y vecinos, en nombre de la “responsabilidad colectiva“.
“La primera vez que escuché el término fue hace más de una década en boca de un refugiado norcoreano. Explica la política del régimen de Pyongyang de extender el delito de subversión a toda la familia del acusado e incluso a sus vecinos. El razonamiento es simple: el opositor ha contaminado ideológicamente a su entorno, cuyos miembros deben responder por no haber prevenido las grietas en el sistema de pensamiento único. Hasta tres generaciones de una misma familia -abuelos, padres e hijos-, cuando no los residentes de un bloque entero, son enviados juntos a prisión. Los exiliados norcoreanos llevan años describiendo la aplicación de la Responsabilidad colectiva, ejecuciones en grupo, abortos forzados de fetos que también se consideraban genéticamente contaminados, ensayos de armas químicas en presos o la existencia de campos de concentración con decenas de miles de presos políticos“.
No hace falta averiguar el significado de contaminación ideológica, algo así como apartarse del pensamiento correcto, único e impuesto por la dictadura comunista en el poder. Lo que me resulta más difícil de asimilar es la escasa empatía que tienen nuestros progresistas militantes hacia este tipo de regímenes, entre los que podemos incluir el cubano. A un ciudadano español, por ener un accidente de tráfico, lo condenaron a varios años de prisión, algo impensable en este país. Willy Toledo y Piklar Bardem, están deseando pasar una buena temporada en Corea del Norte, disfrutando de las libertades y democracia que no tienen en este nuestro país. Mientras tanto se entrenan para defender los derechos de todos, pidiendo el perdón para los asesinos de TA. Un ejemplo a tener en cuenta.