Hay un pequeño y cordial teatro romano en las inmediaciones de Casas de Reina, al sur de Badajoz. El teatro romano de Regina tiene en la noche la seducción de sus ruinas misteriosas y una fascinación legendaria palpitando en los signos de la campiña que rodea a este hemiciclo en mitad de la nada, sobredimensionando su grandeza en la noche de los tiempos.
La noche del 12 se representó en este espacio Coriolano, en ocasión del XI Festival deTeatro Clásico de Regina, precedido por la soprano Granada Rubiano quien nos regaló dos arias con su extraordinaria voz. El entorno del teatro romano de Regina es un marco ideal para la música y por supuesto para la sublime tragedia romana de Shakespeare adaptada por Fermín Cabal que los miembros de la compañía Arán Dramática bajo la dirección de Eugenio Amaya supieron resolver con acierto en una interpretación bastante coherente en donde se destilaba todo el romanticismo de los ideales patrióticos de Roma a través de sus ciudadanos protagonistas, plebeyos iracundos y levantiscos, ante los patricios ecuánimes y astutos, frente a los que se alzaban los fieros guerreros volscos.