Ópera prima de un Ralph Fiennes demasiado nervioso con la cámara y un tanto caótico en el montaje, pero magistral en dirección de actores (todos están superlativos), que en el fondo, es lo que importa en este tipo de adaptaciones, y más siendo de una obra de William Shakespeare. Podría resultar extraño el uso de los tiempos modernos, y de una Roma actual (si me dicen que están en los Balcanes me lo creo), pero en ningún momento nos saca ese hecho de la película.
Mi Puntuación: 7.4