Sus novelas han sido películas. Una excelente: "No Country for Old Men" de los hermanos Cohen. Una obra maestra. Otra regular dirigida por el también actor Billy bob Thorton: "Todos los caballos son hermosos" y otra mala adaptación de su desoladora y perfecta novela "La Carretera". Una historia post apocalíptica en la que un padre y su hijo, luchan por sobrevivir en un mundo sin esperanzas. En medio de los parajes desolados, quemados y contaminados por una hecatombe nuclear, los símbolos de la cultura norteamericana; las autopistas, los supermercados y la escasez de combustibles se pasean como una broma macabra para remarcar la triste sin salida de sus protagonistas elevados a metáforas de la humanidad entera.
Diálogos cortos, secos se combinan con silencios alimentados de descripciones interminables que nos aterran a cada paso. Retorno al estado primigenio del ser humano. Pasajes que se conectan con nuestro subconsciente para hacernos transitar por temores familiares, incrustados en nuestros genes como resultado de una historia de temores frente a la incertidumbre, a lo desconocido.
Materializar esto en película es un error. Los personajes ni siquiera tienen nombre porque representan a todos. son el padre y el hijo. Así nada más. Ver a Viggo Mortensen encarnándolo es de entrada un exabrupto. Y ni hablar de Charlize Theron interpretando a la madre que en libro es solo una referencia más, una ausencia que remarca el abandono, la negación de un referente de seguridad como en el imaginario de todos representa la figura de la madre.