'Cornelis Zitman en Madrid' en el Conde Duque

Publicado el 15 julio 2011 por Carol
 Don Quijote (2005)
A pesar de que muchas veces me decanto por cosas que me habéis comentado que no me pegan, como por ejemplo la película Machete de Robert Rodriguez o Balada triste de trompeta de Alex de la Iglesia, que he visto hace poco y me ha encantado, no puedo ocultar ese otro lado tan naif de mi personalidad. Ese es el principal motivo por el que la exposición Cornelis Zitman en Madrid me ha entusiasmado, en cuanto veáis las imágenes de esos rostros inocentes, infantiles, tiernos y sencillos veréis a lo que me refiero.
 Familia con bicicleta (1970-71)
Esta muestra, que puede verse en el recién remodelado Conde Duque (calle Conde Duque, 11) hasta el 16 de octubre, la conocí gracias al blog de Paco, Fotoblog, donde suelo informarme de las exposiciones que hay en Madrid
 Caribeña (1983)
La muestra acoge un total de 103 esculturas, 25 dibujos y un óleo del artista holandés Cornelis Zitman. Las obras provienen del Museo Beelden Aan Zee de La Haya, del Museo Maillol de París y de colecciones particulares.
 Cabeza de muchacho (1952)
Las figuras que podemos observar, la mayor parte de ellas en bronce, se caracterizan por sus líneas redondeadas con grandes rasgos entre la inocencia y la calma. Zitman ha vivido durante muchos años en Venezuela, y es innegable la influencia que los nativos venezolanos han tenido en su obra.
La desconocida (1975)
Las figuras parecen vivir en un eterno verano contemplativo, tranquilas, descansando, soñando bajo el sol, durmiendo, sentadas, caminando sin prisa. Consiguen transmitirnos esa inmensa paz de los que saben vivir si prisas.
Lectora (1980)
...Y leyendo, como esta figura que como podréis imaginar captó mi atención al momento y que seguro que a todos los lectores empedernidos que pasáis por aquí os gustará también. Horas y horas con un libro entre las manos, casi sumergidos en sus páginas, olvidado totalmente el mundo que nos rodea.

Las mujeres, con cuerpos premeditadamente exagerados, con grandes formas y volúmenes, o los niños de grandes ojos y rasgos dulces y suaves son las figuras predominantes en esta exposición.
Luna (1992)
En la imagen no se aprecia bien, pero el efecto de los paños es impresionante, realmente parece tela, cuando en realidad es bronce trabajado de tal modo que parece que la escultura esté envuelta en paños.

Cornelis Zitman nació en 1926 en Leiden (Holanda), país que abandonó en 1947 para instalarse en la isla de Granada en Venezuela donde comenzó a crear esculturas inspirándose en los nativos. Posteriormente volvería a Holanda donde pasaría tres años aprendiendo técnicas de fundición con el escultor Starreveld. En 1964 se estableció con su familia en un antiguo molino de caña de azúcar en los alrededores de Caracas.
 
Tengo que decir que me ha impresionado esta nueva sala de exposiciones, aún no he visto cómo ha quedado todo el edificio, pero esta Sala 3 de exposiciones mejora considerablemente las salas en las que se exponía anteriormente, demasiado pequeñas y oscuras. Esta sala, como podéis ver en las imágenes que tomé, es muy amplia y luminosa, con bonitos arcos que enmarcan las obras expuestas, y entre las que podemos movernos con comodidad.
Bailarina descansando (1995)
Para terminar este paseo, querría dejaros una cita del autor que he tomado de su página web y que os recomiendo visitar si queréis ver más obras del autor.
"En la vida social caraqueña de los años 50, era habitual salir a reuniones, noches mundanas, cocktails. Eran clases sociales acomodadas, intelectuales, burguesas, que recibían calurosamente. Siempre tenían unas indiecitas que hacían todas las labores de la casa y nos ofrecía una bandeja de aperitivos con una educada sonrisa. Un día me perdí en una de esas casa y abrí la puerta de la habitación de una de las sirvientas. El cuarto estaba vacío, sólo una cama amueblaba el reducido espacio. Imaginar la vida de esas pobres indias fue lo que me llevó a hacer la Cama pequeña y después la Cama grande".

Espero que hayáis disfrutado con la muestra y que los que podáis os paséis a echarle un vistazo. La exposición es gratuita, en la sala se está muy fresquito y luego podéis tomaros algo en las terrazas y bares de la cercana calle de La Palma que están siempre animadísimos. ¡Feliz fin de semana!