¡Buen día a todos!
Esta va a ser mi última entrada del año... ¡Señor qué rápido se ha pasado! Este 2015 ha sido un año para recordar, vivir mil veces y repetir una vez y otra... y otra más, jejeje...
¡No cambiaría nada!
Bueno, no, miento, cambiaría el final de este año. Esta entrada, de galletas de jengibre tendría que haberla publicado hace dos domingos, justo el 3º domingo del mes, momento en que publicamos para el Reto de Cocinas del Mundo que este año Tere, de Casa Tere nos dejó elegir a nuestro gusto la receta y el país con el que terminar el año.
Pero por varios fallos en blogger finalmente varias entradas que tenía programadas se perdieron y justo ese domingo, el día de las elecciones, para más inri, mi abuelo fallecía a los 93 años.
Sí, ese Rafael del que os hablo tan a menudo, ese señor que con su aspecto huraño, malencarado y gruñón era un pedazo de pan en lo que respectaba a su familia.
Para mí siempre será el llamaba una y mil veces cuando estabas enferma, el que preguntaba cómo habíamos hecho el viaje cuando aún no habíamos salido de Madrid, el que se informaba hasta de la mismísima fábrica si estabas considerando comprar una cocina nueva.
El que ha recorrido cada paso de mi vida con paso firme, sin soltar mi mano, sin dejar que jamás me viera sola o pensara que lo estaba, siempre fue y será una roca, un escudo, mi abuelo.
Se ha ido sin sentir, sin hacer ruido, sin despedirse de nadie, ¡y en el peor momento del año! Tal y como fue siempre él... pero esta está siendo una navidad "descafeinada" como dice mi hermana, rara y con mucho trabajo, gracias a Dios, jejeje... con lo que poco tiempo he podido dedicar al blog y a recuperar esas entradas perdidas.
Hoy con el corazón sino más ligero sí un poco más entero os vengo a dejar esta receta... ¡me encantan estas galletas! Creo que ya es la receta definitiva, sí...
Almu y yo llevamos varios años preparando galletas de jengibre, tan típicas anglosajonas, muy especiadas, intensas y con ese tostado tan oscuro que en España, si no estás acostumbrado pueden parecernos hasta galletas picantes, jejeje... ¡lo son! No en vano el jengibre, la canela, la nuez moscada y el clavo... todas especias navideñas que forman parte de la receta pueden ser asimiladas a la pimienta.
Sin embargo, en cuanto te haces al sabor, ¡se vuelve adictivo! A nosotras nos gustan mucho... aunque reconozco que hemos probado mucha galleta mala, jejeje... unos años se nos quedaban duras de no poder morderlas, otras con demasiado sabor... en fin, parecía que nunca atinábamos.
Este año, sin embargo, descubrí esta receta en la BBC GoodFood de noviembre. Esta revista es como un recetario por sí misma, y yo siempre compro las navideñas, ¡son una perdición!
Y esta manera tan ingeniosa de hacer una corona navideña me encantó... queda preciosa, en mi opinión, no es nada complicada de hacer y además está riquísima, jejeje...
Os voy a dejar ya con la receta de las galleta y con el paso a paso para montar una corona con ellas.
Receta de galletas de jengibre.
- 175 gramos de azúcar muscovado (moreno, en su defecto)
- 85 gramos de melaza, miel o sirope de arce
- 100 gramos de mantequilla
- 350 gramos de harina de repostería
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 huevo batido
- 150 gramos de azúcar glas
- 2 cucharadas de agua
Modo de hacerlo:
1. Pon la melaza, la mantequilla y el azúcar en un cazo. Ponlo al fuego y una vez hierva déjalo 2 minutos sin dejar de remover hasta formar un sirope. Apaga el fuego y resérvalo dejando que enfríe 10 minutos.
2. En un bol a parte mezcla la harina, las especias y el bicarbonato. Mezcla y añade a continuación el sirope templado y el huevo batido.
3. Mezcla muy bien todos los ingredientes, y una vez formada una masa consistente hasta que se despegue de las paredes. Momento en que puedes cortarla en dos mitades, envolverlas en papel film y dejar reposar en la nevera 30 minutos.
4. Pasado ese tiempo precalentamos el horno a 180ºC por arriba y abajo.
5. Sacamos una mitad de la masa, que será la que usemos para hacer el círculo base de la corona.
Cogemos un molde de tartas de unos 20cm de diámetro y lo vamos a usar de guía.
6. Extendemos la masa de galleta con un rodillo hasta que tenga unos 3 milímetros de grosor. Colocamos encima el molde y con un cuchillo recortamos la figura.
A continuación hacemos lo mismo con un molde de unos 10 cm de diámetro (un bol, o un aro de emplatar) y ya tendremos la base de la corona hecha.
7. Colocamos encima de una bandeja del horno cubierta de papel de hornear que habremos engrasado con una toalla mojada en aceite, y llevamos al horno durante 10-12 minutos hasta que veáis que los bordes se tuestan.
8. NOTA IMPORTANTE. Si queréis colgar vuestra corona como hice yo una vez saquemos la base del horno y la pongamos a enfriar en una rejilla es importante que con ayuda de la parte más ancha de una boquilla de manga pastelera hagamos en el centro de la parte superior de la corona el agujero que permita luego colgarla. Si esperamos a que la galleta enfríe luego se pondrá muy dura y se os romperá si tratáis de hacer el agujero.
9. Una vez tengamos la base seguimos con las galletas. Yo tenía dos cortadores de estrella de dos tamaños así que hice unas 16 galletas de cada tamaño... ¡salen un montón, os advierto!
Os recomiendo que una vez hayáis formado y colocado las galletas en la bandeja del horno, y antes de meterlas a hornear las dejéis unos 10 minutos en la nevera para que vuelvan a enfriarse bien.
10. Pasados los 10 minutos en el horno sacamos a una rejilla y reservamos hasta que estén completamente frías.
11. Mientras podemos hacer el icing para decorarlas. Para ello mezclamos con una cuchara el azúcar glas con una o dos cucharadas de azúcar hasta obtener una consistencia sedosa y un poco gordita. Para saber el punto que tiene que tener para hacer galletas es conveniente verter un poco con ayuda de una cuchara, si al hacer hilos cruzados unos se mantienen encima de los otros sin desdibujarse tendréis el punto correcto, si se emborronan o se extienden demasiado tendréis que añadir más azúcar glas.
12. Llega la parte divertida, ¡decorar las galletas! Así, vertiendo el icing en una manga con una boquilla pequeña y redonda podéis ir decorando las galletas, dejando a continuación que el icing se seque, al menos una 2 o 3 horas, para estar seguros.
1. Con las galletas bien decoradas y secas y la base lista, podemos montar nuestra corona.
2. Lo primero que os recomiendo es que hagáis una composición de prueba sin pegarlas, sólo para "diseñar" cómo queréis que sea vuestra corona.
3. A continuación y pegándolas con icing ve montándolas unas sobre otras, sin sobrecargarlas ni solaparlas demasiado, perderías el efecto.
4. Una vez la corona esté completa a tu gusto pon el lazo para colgarla en su agujero, ¡y listo!
Como os decía creo que es una corona bien hermosa, diferente y lucida... yo la he colocado a la puerta de mi cocina (que es por termina todo el mundo) jejeje... y hace mucha gracia.
Es un plan, además que podéis perfectamente hacer con niños y tunear a vuestro gusto... ¡con galletas de chocolate, por ejemplo! Y con las formas que más os apetezcan...
Espero que os haya gustado, aunque venga con un poco de retraso.
Yo me despido por hoy, aunque mañana me asomaré a desearos muy feliz noche.
Un besuco enorme,
Luz.