Hola de nuevo. Después de tanto tiempo de no publicar nada, creo que es pertinente hablar un poco sobre el coronavirus COVID-19 y cómo está impactando la vida en Cancún.
Primero y como todos quienes vivimos en Cancún, nos enteramos del coronavirus COVID-19 en enero de 2020. Como ese bicho estaba en China, todos lo vimos muy lejano en ese momento pero sabíamos que tarde o temprano nos alcanzaría.
Cancún es el destino turístico más importante de América Latina, visitado principalmente por estadounidenses pero recibimos a muchas personas de todo el mundo, incluyendo China. Ningún chino trajo el coronavirus a Cancún, tampoco algún estadounidense.
Llegó febrero y el coronavirus seguía distante de Cancún aunque ya había llegado a México. Era cuestión de tiempo para que nuestro paraíso también estuviera infectado.
Y llegó. Los pronósticos de quienes vivimos en Cancún se cumplieron. El coronavirus fue traído a Cancún por una mujer italiana, de 71 años de edad. Ella solicitó atención médica el 12 de marzo.
El 13 de marzo de 2020, la secretaria de Salud del gobierno de Quintana Roo, Alejandra Aguirre, confirmaba a través de Twitter el primer caso de coronavirus COVID-19 en el estado. El infectado estaba en Cancún y los rumores implacables comenzaban a circular y a hacer mella entre todos los habitantes.
Las autoridades, como siempre, tardaron en reaccionar o por lo menos en informar adecuadamente. Para cuando la autoridad publicó información confiable y verificada, muchas personas ya habían acudido a realizar compras de pánico, principalmente de cubrebocas, alcohol y gel antibacterial.
Ahora mismo 20 de marzo de 2020, mientras escribo este post, los cubrebocas, el gel antibacterial y el alcohol ya no se pueden comprar. Ya no hay.
Pasaron los días sin novedad. Las recomendaciones para que la gente de Cancún se previniera contra el coronavirus COVID-19 estaban por todos lados. En la radio, en la TV, en las redes sociales, en las conversaciones de las personas, en las oficinas, en los hoteles, en los hogares...
Todos hemos continuado con nuestra vida normal. Pero desde que las autoridades tomaron la decisión de recomendar a la gente que se quede en casa todo cambió.
Desde el 16 de marzo de 2020, el coronavirus en Cancún ha afectado a los negocios locales. Ya no están llenos de gente. He ido a comer a 4 pequeños restaurantes locales en estos días, uno de ellos siempre está lleno de gente pero el 16 de marzo estaba vacío. Todo el bullicio habitual en ese lugar ahora era un sordo silencio. Las personas que trabajan ahí y que todos los días no paran de hablar y de moverse, desde el 16 de marzo estaban sentadas y en silencio. Estuve ahí por espacio de una hora. Cuando salí, estaban atendiendo apenas 2 mesas con 3 personas cada una...
El 17 de marzo no fue la excepción. Acudí a otro pequeño restaurante local frente a la casa de mi amigo Ramiro. Ese día había algunas personas, la afluencia habitual. El 18 y 19 de marzo volvimos a comer ahí y el lugar ya estaba vacío. Solamente estaba la misma persona que vimos 2 días antes y nosotros. Ese lugar sirve al rededor de 10 platillos diferentes por día. El 18 y el 19 de marzo seguramente se quedaron con casi toda su comida porque la gente ya no acudió ahí a causa de la contingencia por coronavirus en Cancún.
El coronavirus en Cancún ha causado estragos en la economía más que en la salud. Algunos hoteles decidieron cerrar sus puertas durante 4 meses. Las autoridades cerraron bares, casinos y centros nocturnos. Las escuelas estarán cerradas por un mes. Las oficinas optaron por el trabajo desde casa. Las agencias de turismo están recibiendo muchas cancelaciones. La temporada vacacional que usualmente es muy alta y comienza en estas fechas, este año no rendirá sus frutos.
Y esto apenas comienza.
Espero tus comentarios.