El último estadio del Capitalismo son las sociedades policiales y militarizadas, sociedades totalmente dependientes de los Estados que gestionarán las crisis y catástrofes (de toda índole) venideras según la marcha de los acontecimientos. Tras la crisis del coronavirus se podrán esperar todo tipo de escenarios, la prioridad o emergencia a las posibles soluciones ante los problemas que surjan serán determinados por los intereses de la clase dirigente que impondrá un nuevo sistema de pánico total a la población (ya sea de forma directa o indirecta o consciente o "inconsciente") para un control y vigilancia total.
El Estado ha sabido aprovechar la crisis del COVID para declarar la guerra no tan sólo a la sociedad, sino a la parte más pequeña de ésta, es decir, el individuo.