Coronavirus y control.

Tras la campaña de terror iniciada hace unos meses por los miedos de manipulación de masas a través del Coronavirus a las órdenes de la élite dirigente sólo cabe esperar obediencia y sumisión a partir de la creencia y la fe absoluta en el Sistema. El monopolio de la propaganda es la base en la que se sustenta la dominación que ejerce la élite de poder. Las crisis venideras serán gestionadas por medio de operaciones de ingeniería social (propaganda) y la planificación de posibles escenarios para el gobierno de la sociedad. Todo los movimientos será cuantificados y controlados por medio de la vigilancia desde el aparato tecnológico, así se podrán prever todo tipo de contestaciones y ataques al Sistema vigente.

No es asunto baladí que poco después de decretarse el estado de alarma por la crisis sanitaria del COVID-19 aparecieran en televisión la plana mayor del ejército y de la policía de manera que se pudiera justificar todas las medidas a implementar por el Gobierno poniendo de relieve la supuesta gravedad de la pandemia. Todo esta planificación en la gestión de la crisis por parte del Estado responde a criterios de control y vigilancia de la población por medio del aparato tecnológico, al estudio e investigación del comportamiento del individuo en periodos de crisis y situaciones completamente anormales similares a la guerra que sirven en buena medida a la manipulación mediante los patrones de conducta observados para poder llevar a a cabo planes en un futuro próximo que se ajusten a los intereses de la clase dirigente y de esta forma también se puedan implementar de manera efectiva.