El presidente Rafael Correa afirmó que asume la Presidencia pro Témpore de la Celac con el objetivo de reducir los índices de pobreza.
El mandatario ecuatoriano dijo que trabajará en cinco grandes ejes: reducir la pobreza extrema y la desigualdad; educación, ciencia y tecnología e innovación; medio ambiente y cambio climático; financiamiento de la arquitectura en la región, y el desarrollo como potencia del bloque.
En cuanto a la erradicación de la pobreza extrema “es un imperativo moral para nuestra región y el planeta entero”, refirió Correa. “Dicha pobreza es fruto de la inequidad y esta a su vez consecuencia de perversas relaciones”.
En el ámbito educativo y tecnológico, el mandatario ecuatoriano dijo que trabajará en duplicar la inversión hasta el año 2020 prioritariamente en la educación superior.
Destacó la necesidad de demandar a los contaminadores globales. “Nuestros hermanos caribeños podrían enfrentar grandes catástrofes naturales”, así como sucedió en la Amazonía ecuatoriana tras los daños ocasionados por Chevron.
Correa aseguró que con una mejor distribución de los recursos podría eliminarse toda forma de pobreza y anunció que su país tomará importantes medidas en este sentido que complementen el trabajo que se ha hecho hasta hoy.
“Actualmente hay 68 millones de latinoamericanos que viven en la extrema pobreza, en la etapa de desarrollo de nuestros países debemos eliminar toda forma de pobreza”, informó el mandatario ecuatoriano.
Correa felicitó a Evo Morales y Dilma Rouseff por sus nuevos mandatos, repletos de legitimidad democrática.
Condenamos cualquier tipo de injerencia en contra de países y procesos democráticos, manifestó, así como rechazamos agresiones y guerras económicas contra la República Bolivariana de Venezuela.
“Nos congratulamos con el restablecimiento plena de relaciones entre Cuba y Estados Unidos”, añadió.
Sobre la Celac dijo que “debe impulsar nueva arquitectura financiera regional", y está llamada a jugar un papel fundamental en el cambio de época que estamos viviendo. “Es nuestro espacio de diálogo entre iguales, con la región y con el mundo”.
Siempre que sea posible debemos actuar con posiciones comunes para que se escuche mejor nuestra voz, precisó.
Correa resaltó la necesidad para el continente de mantenerse unidos frente a un mundo cada más capitalizado. “Juntos seremos nosotros lo que impongamos las condiciones al capital en función del bienestar de los pueblo”.
El mundo del futuro es un mundo de bloques, la Celac es la esperanza para que América Latina y el Caribe tengamos un dialogo igualitario con América del Norte, remarcó.
Destacó además la necesidad de cumplir con los planes elaborados durante el Foro China-Celac, de definir prioridades e intereses e nuestra relación con la Unión Europea y robustecer la cooperación Sur-Sur.
“Separados no somos nada. Debemos realizar intervenciones conjuntas en la ONU para que nuestras posiciones cobren vida en el orden internacional”, dijo.
Robustecer la Celac en el contexto mundial como interlocutor y estandarte de nuestros ideales es otra de las metas ecuatorianas.
Hermanos en este siglo XXI hay que afianzar la supremacía del ser humano sobre el capital, el ser humano no puede ser esclavo del capital, sentenció Correa.
En sus palabras saludó además la expresión democrática del pueblo griego que ha decidido tomar el destino en sus manos. América latina y el Caribe, agregó, se han convertido en el estandarte internacional de la recuperación de la dignidad humana a través de la aplicación de políticas públicas.
En su enérgico discurso, el presidente Correa llamó a no tener miedo del rol que la historia nos ha dado, tengamos fe, remarcó.
Finalmente recordó las palabras de Salvador Allende, cuando dijo que América Latina tendrá una voz de continente que será respetada y oída porque será la voz la voz de los pueblos dueños de su propio destino.