Podríamos estar de coña, pero no es el día de los Inocentes, así que la cosa va totalmente en serio. Tan real es, que Beyond Skyline ya se está vendiendo en Cannes. Estamos hablando de la segunda entrega de aquella película -por llamarla de alguna manera- del 2010 que dirigieron los hermanos Greg y Colin Strause, responsables de los efectos especiales de Los Vengadores o Looper, entre otras, campo en el que su talento es incuestionable, pero no así en la dirección, que es inversamente proporcional, ya que Skyline (crítica ultra mega destroyer aquí) fue un truñaco de los gordos que, al margen del apartado técnico y los curiosos títulos de crédito, resultaba hora y media de auténtica tortura y, a pesar de ello, caímos como tontos engañados por una campaña promocional que prometía una sci-fi cojonuda. Nos lo creímos tanto, que sus ganancias fueron siete veces superiores a lo que costó producir la cinta.
Después de cuatro años y cuando ya habíamos superado el trauma y olvidado aquel despropósito, llega el productor original de la película, Liam O’Connell, para colgar un póster (bastante mierder) que anuncia su secuela, la cual será dirigida por él mismo.
Os dejamos el póster tras el salto y eso, que meterse con el Gobierno en Twitter es delito, Coca-Cola retira un anuncio porque su actor es un presunto abertzale y la segunda entrega de Skyline está al llegar. El mundo se va a la mierda.