Es curioso que la playa de Bañugues, con un escaso aunque continuo flujo de limícolas en migración, sea un excelente enclave para la observación de estas rarezas, además como son tan mansos como el resto de limícolas se pueden observar perfectamente. En mi opinión, la llegada de estas dos especies a Europa occidental se puede calificar de regular, con aves que se unen a bandos de otras especies que sí siguen otra migración en sentido noroeste-sureste.
Y para terminar, una joya, ya que aquí están los dos ejemplares juntos, un gran momento fotográfico. Se puede apreciar que el correlimos pectoral es ligeramente mayor que el canelo.