Está a solas y quien aparece es un caballero que le invita a ir con él, esbozando un ademán con intencionada indiferencia. K. le responde: "Estoy esperando a alguien". "Venga", repite el señor, imperturbable, como dando a entender que jamás ha dudado de que K. esperara a alguien. "Pero entonces no podré ver a esa persona", contesta K.
( Continuar leyendo)