Capote queda retratado como un escritor de gran talento, con un ego infinito, obsesivo trabajador y cotilla incorregible. La mayoría de corresponsales la forma su pandilla homosexual (otros escritores, amantes, etc), también algunas amigas y editores. Comenta sus libros, sus relatos, especial atención a la extenuante redacción de A sangre fría.
La edición es bastante buena. Cada periodo viene introducido por Clarke y se da cuenta breve pero suficiente de quien es quien. No se dan las respuestas de los destinatarios o las cartas que originaron as de Capote. Yo hubiera abreviado un poco el volumen pues muchas cartas sólo abundan en asuntos ya tratados.