En los tiempos que corren, hoy es un día tristemente señalado al haber auto-declarado el consistorio de Palma deMallorca la ciudad “anti-taurina”, el celebrar un festejo taurino de cualquier tipo es digno de alabar, si se trata de un festejo de lidia ordinaria más aún, si este es un festejo mayor empieza a adquirir tintes de heroicidad y si se trata de una localidad de menos de 300 habitantes, como es Checa, el único calificativo que se me ocurre es el de hablar de milagro.
La intendencia, los costes y trámites burocráticos que implica la organización de un evento de este tipo son grandes y costosos. Celebrar corrida de toros, salvo en lugares y fechas muy contadas, es más que otra cosa un acto de puro romanticismo, donde prima más que nada el fomentar un hecho cultural y el amor a un Arte, la Tauromaquia.
Así se ha entendido en Checa, donde aprovechando el honor de tener un matador de toros oriundo del pueblo, Juan Ortega, como Valencia ha hecho con Ponce, Granada con El Fandi, Sevilla con Curro, Córdoba con Finito etc… por el empeño, trabajo y altruismo de sus vecinos, se ha sacado adelante un festejo mayor de gran interés. Un ejemplo en los tiempos que correnen la defensa de la Tauromaquia.
Gracias de corazón a los responsables de la organización por el milagro que supone.
¡Que Dios reparta suerte el día 25!