En 1952, Deker y Jero intentan aclimatarse a su nueva situación, mientras huyen de la familia Benavente. En la actualidad, Tania intenta encontrar algo que ayude a los demás, participar en lo que está sucediendo, pero no le va a resultar sencillo.
Una vez más, espero que os haya gustado y, ya sabéis, si tenéis algún comentario, pues me dais la vida y demás y os lo agradeceré infinitamente.
En dos semanas, más.
Próximamente: Fría como el oro.