Tanto es así que no pude por menos que pegar la hebra con Marta, una de las docentes, para que me contase sus experiencias en el aula. Todo fue muy aprovechable, pero especialmente un suceso ocurrido hace un año, y que narra magníficamente en su blog Desde mi ventana . Permíteme que te anime a leerlo. Como diría un amigo mío, es una lectura de precepto.
Resulta que los adalides de la libertad en España (os acordáis de Socialismo es libertad?) desde su más tierna infancia se dedican a corromper y prostituir descaradamente a la juventud de nuestro país. Cualquier persona mínimamente informada sabe que la píldora del día siguiente es una auténtica bomba hormonal, con muchos efectos secundarios adversos, que está indicada como contraceptivo de emergencia, aunque en realidad es un abortivo.
Regalarlo indiscriminadamente a las puertas de un centro educativo constituye un acto delictivo, propio del totalitarismo más rancio y obsoleto que pueda existir. Y no se ajusta para nada a ninguna indicación médica.