El problema, para mí, viene tras escuchar las ruedas de prensa de ayer, víspera a la gran final. Tanto Mourinho como Guardiola estuvieron geniales, alejados de polémicas y tratando de mandar un mensaje de que viviremos un gran partido.
Lo triste fueron los cartuchos de preguntas, alejadas de cualquier detalle que estuviera relacionado con el juego: que si el césped, que si aquel dijo, que si el otro es amarrategui, que si las tarjetas y los árbitros…
Bien por José Mourinho y por Pep Guardiola que entraron lo mínimo en lo que la prensa nos quiere vender como información deportiva.