La serie Caída y auge de Reginald Perrin llegó a mi vida de segunda mano y gracias a mi marido, que de vez en cuando se manda estas genialidades. Mi conocimiento hasta ese momento del humor inglés se basaba en El Show de Benny Hill, lo que no resultaba muy edificante. Pero Reggy me abrió un panorama de té, puntualidad imposible y lenguaje políticamente correcto que mezcla, de forma tan sublime, con lo absurdo, que es imposible no engancharse a la crisis existencial que padece este elegante trabajador del mundo de los postres con cuarenta años. Aunque tengo que decir que esa cuarentena (la serie se estrenó en 1976) nada tiene que ver con la de ahora y Reggy parece haber vivido mucho más tiempo. Si se hiciera una revisión de esta serie, pediría que el personaje tuviera como mínimo una crisis a los sesenta, para no ofenderme demasiado.
El caso es que Reginald Perrin tiene trabajo, matrimonio e hijos ya granditos, pero a él lo que le apetece es otra cosa, que no sabe bien que es, pero que pasa por empezar a decirle a todo el mundo lo que de verdad piensa de ellos. Esta serie se basa en un libro (en realidad el escritor hizo una saga con este personaje) del mismo nombre y que firma David Nobbs, quien también se encargó del guión de la versión audiovisual. Como esta novela la tengo más fresca, porque hace muy poco que la descubrí en Editorial Impedimenta (casi me da un síncope, la ignorancia y los gigantescos catálogos editoriales me hacen disfrutar de estas alegrías sin límite de vez en cuando), les pondré, como ejemplo, que a Reggy, en plena crisis existencial, le apetece de pronto meter la palabra "cortapichas" en muchas de sus conversaciones, tanto si viene a cuento como si no.
Una vez vista la serie y leído el libro les recomiendo lo contrario, que empiecen por la novela y continúen con la versión audiovisual. Y prepárense para reír de esa forma tan británica, así, como para dentro...
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure