Vamos a ver como me explicaría yo para no meterme en un berenjenal por un malentendido en plena Semana Santa. Me parece que se han pasando un poco (o un mucho, según se mire) con el desgraciado incidente del vuelo de Germanwings. Me refiero no al dolor que sufren los familiares de las víctimas, por supuesto sino al bombo que le están dado al asunto. Es como si no se quisiese hablar de otras cosas. Mal pensando que es uno.
No me malinterpretéis si digo que no me parece respetuoso perseguirlas, alcachofa en mano, allá por donde vayan. No se si me parece ético que los telediarios se hayan vuelto monotemáticos. Es como si no ocurriese nada más que mereciese nuestra atención en este universo mundo que la calamidad a la que no paran de dar cancha. Por supuesto que las víctimas y más todavía sus familiares, son dignos de todo el respeto ayuda y comprensión que les podamos dar y mucho más ante la perdida que han sufrido. Por supuesto que debemos entender su dolor y su rabia al conocer las circunstancias que parece rodean la caida del avión en mitad de los Alpes (digo que parece porque aunque se vea evidente que un enajenado ha ocasionado esto, también es verdad que a horas de escribir esto la segunda caja negra, la que nos contará si además hubo algún fallo técnico, todavía no ha aparecido. Pero para mayor “suspense” la compañía ha admitido que tenía constancia de la patología de su copiloto). Por supuesto que debemos estar informados de la catástrofe pero no se si tenemos derecho a encarnizarnos con el asunto.
Decíamos (que ya me voy por las ramas) que los familiares merecen todo nuestro respeto. Es por eso mismo por lo que igual se están excediendo un poco a la hora de dar cobertura a la información. Se están pasando tanto que ya no se yo si no será que los que decretan que sale en la tele (que parece que “haberos haylos” como las meigas, si no preguntad a Cintora por citar a alguien reciente) no habrán dicho que nos ofrezcan accidente hasta en la sopa para que no hablemos en las verdulerías, peluquerías o mentideros varios de otras cosas que han pasado estos días, porque han pasado más cosas y muy gordas algunas. Se ha hablado, así, de refilón del enésimo escándalo de la banca (el Banco Madrid, de reconocida solvencia según los anuncios hasta que los han declarado, de la noche a la mañana en quiebra). Se ha dicho poco del tortazo electoral de Andalucía y los enjuagues que podrían dejar a Podemos en mala situación de cara al graderío, del hecho de que el PP reconozca implícitamente que ha hecho trampas pagando sin rechistar la fianza que le impuso el juez Ruz. Menos todavía de asuntos gravísimos como las fallecidas por la violencia de género que no acaba nunca y a la que parece que no sepamos poner fin. Y casi nada de la última barrabasada nos han perpetrado esta semana con la aprobación (con el uso del rodillo de la mayoría absoluta que les dimos, no lo olvidemos en mayo) de la Ley de Seguridad Ciudadana (alias Ley Mordaza) y la reforma del Código Penal en la que, díganle como quieran, aparece la cadena perpetua y se deja sin efecto aquello del “carácter reinsertatorio” de las penas que dice nuestra Constitución. Aunque, bien pensado, no se de que nos extrañamos, esta gente votó en su día en contra de la Constitución cuando eran Alianza Popular y estaban gobernados por el camaleónico Sr. Fraga y por lo visto no han cambiado mucho. Bueno, ya nos lamentaremos en las vallas de Ceuta y Melilla, en el Twitter o en cualquier manifestación de ahora en adelante.
Igual soy un conspiranoico que ve fantasmas por todas partes, pero aprovechando esta desgracia del vuelo se están escondiendo verdaderas barbaridades. Tan graves como el mayor recorte de libertades desde tiempos del Caudillo. Pero aquí solo hay tiempo en los informativos para perseguir a los familiares de las víctimas que ya tienen suficiente dolor como para que los pongan en mitad del huracán informativo, después los olvidarán como a los del Yak42. ¿qué más les da?. Imaginad que podría haber sido el tema de la semana si no hubiese ocurrido la catástrofe. A mí me viene a la cabeza el Gran Hermano y Belén Esteban (que horror). El caso es que no se hable de las barbaridades que estamos padeciendo.
Lubitz informó a Lufthansa en 2009 que había sufrido una depresión grave
La dirección nacional de Podemos rebaja sus exigencias para dejar a Susana Díaz ser presidenta
El PP paga la fianza de 245.492 euros impuesta por Ruz
Una de cada ocho españolas ha sufrido violencia de género
El amor no es la ostia. El Femur de Eva
Carta de una víctima del Yak-42 a las familias de los fallecidos en el accidente de Germanwings